El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es una afección que ataca el sistema inmunológico y si no se trata puede causar síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), un padecimiento que genera el riesgo de padecer ciertos cánceres e infecciones que, por lo general, se presentan solo en personas con un sistema inmune débil, precisa el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Por ahora no hay una cura eficaz contra estas afecciones. Una vez que se contrae el VIH, se tiene de por vida. “Sin embargo, con la atención médica adecuada, se puede controlar. Las personas con infección por el VIH que reciben el tratamiento eficaz pueden tener una vida larga y saludable, y proteger a sus parejas”, aseguran los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El instituto de investigación Mayo Clinic explica que el VIH es una infección de trasmisión sexual, pero también una persona puede contagiarse por el contacto con sangre infectada y por inyectarse drogas ilícitas o compartir agujas.
De igual manera, es posible que se transmita de madre a hijo durante el embarazo, el trabajo de parto o la lactancia. Sin medicamentos, es posible que pasen años hasta que el VIH debilite el sistema inmunitario hasta que avanza y se convierte en Sida.
Los CDC indican que el Sida es la fase más grave de la infección por el VIH y las personas que lo padecen pueden tener una carga viral elevada y transmitirlo fácilmente.
“Las personas con Sida tienen el sistema inmunitario muy dañado. Pueden contraer una cantidad cada vez mayor de infecciones puntuales u otras enfermedades graves. Sin tratamiento para el VIH, las personas con Sida, por lo general, sobreviven aproximadamente tres años”, precisa la citada fuente.
Síntomas
Mayo Clinic asegura que los síntomas del VIH y del Sida varían, según la etapa de la infección. En la infección primaria algunas personas infectadas desarrollan una enfermedad parecida a la gripa en un plazo de dos a cuatro semanas después de que el virus entra en el cuerpo. Esta enfermedad puede durar unas pocas semanas y estos son algunos de los posibles signos y síntomas:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular y articular
- Erupción
- Dolor de garganta y llagas dolorosas en la boca
- Ganglios linfáticos inflamados, principalmente en el cuello
- Diarrea
- Pérdida de peso
- Tos
- Sudores nocturnos
Estos síntomas pueden ser tan leves que es posible que ni siquiera se evidencien. Sin embargo, la cantidad de virus en el torrente sanguíneo (carga viral) es bastante alta en este momento, dicen los especialistas. Como resultado, la infección se propaga más fácilmente durante la infección primaria que durante la siguiente etapa.
En una segunda etapa conocida como infección clínica latente (VIH crónico), el virus sigue presente en el cuerpo y en los glóbulos blancos. Sin embargo, es posible que muchas personas no tengan ninguna señal.
A medida que el virus continúa multiplicándose y destruyendo células inmunológicas, es posible que el paciente desarrolle infecciones leves o signos y síntomas crónicos como los siguientes:
- Fiebre
- Fatiga
- Ganglios linfáticos inflamados: con frecuencia, uno de los primeros signos de la infección por el VIH
- Diarrea
- Pérdida de peso
- Candidosis vaginal oral (candidiasis)
- Herpes (herpes zóster)
- Neumonía
La última etapa y la más grave es la aparición del Sida, pues allí ya se da un daño grave en el sistema inmunitario y es más probable que se presenten enfermedades que normalmente no se manifiestan en personas con las defensas altas. De acuerdo con los expertos a estas enfermedades se les conoce como “infecciones oportunistas” o “cánceres oportunistas” y los pacientes experimentan:
- Sudores
- Escalofríos
- Fiebre recurrente
- Diarrea crónica
- Ganglios linfáticos inflamados
- Manchas blancas persistentes o lesiones inusuales en la lengua o la boca
- Fatiga persistente, sin causa aparente
- Debilidad
- Pérdida de peso
- Erupciones cutáneas o bultos
El Sida se diagnostica cuando el recuento de linfocitos T CD4 se reduce por debajo de 200 o cuando se presenta una infección grave o un cáncer.