Las vitaminas son cruciales para el buen funcionamiento del cuerpo, algunas son generadas por el mismo organismo; sin embargo, otras las obtiene el cuerpo por medio de lo que un paciente consume a diario, razón por la que los profesionales de la salud insisten en alimentarse de manera sana y equilibrada. El complejo B es una sustancia que, en su mayoría, es adquirida por los pacientes por medio de cápsulas o dosis inyectables, pese a esto también hay alimentos que cuentan con ella.
Cabe mencionar que las vitaminas del complejo B se subdividen, es decir, que varias vitaminas hacen parte de este conglomerado de nutrientes.
En algunas ocasiones, el profesional de la salud manda a que los pacientes ingieran estas vitaminas por medio de suplementos, cápsulas o inyectables, ya que la deficiencia de este nutriente puede generar diversos padecimientos. El portal de salud, belleza y cuidado personal Tua Saúde menciona las razones que llevan a un médico a formular suplementos de complejo B
“El complejo B es un suplemento vitamínico indicado principalmente en el tratamiento y prevención de la deficiencia de vitaminas del complejo B, además de alteraciones nerviosas como neuritis y polineuritis causadas por medicamentos, parálisis facial y deficiencia nutricional en pacientes diabéticos y alcohólicos”.
Las dosis y el tiempo de aplicación de este complemento variará dependiendo del padecimiento que se tenga que tratar.
Cuando un paciente carece de las vitaminas del complejo B se presentan ciertos síntomas que pueden alertar al paciente; entre ellos se destacan el cansancio con poca actividad, irritabilidad, inflamación en la boca y en la lengua, hormigueo en los pies y dolor de cabeza.
Ante la presencia de los síntomas, se recomienda consultar con un profesional de la salud para que indague si los síntomas hacen referencia a la falta de vitaminas del complejo B en el organismo o tienen otra causa.
¿Cómo obtener las vitaminas del complejo B por medio de la alimentación?
- Vitamina B1 (tiamina): este compuesto puede encontrarse en alimentos como la levadura de la cerveza, el germen de trigo y semillas de girasol. La falta de este compuesto puede causar sensación de hormigueo en el cuerpo, aumento de los latidos cardíacos, falta de aire, falta de apetito, pérdida de peso, debilidad, estreñimiento, hinchazón en las piernas y pies, somnolencia y falta de atención y memoria.
- Vitamina B2 (riboflavina): para aumentar esta vitamina se puede incluir en el plan de alimentación el hígado de res, el salvado de avena y frutos secos como las almendras. La falta de este nutriente puede generar sensibilidad a la luz, lagrimeo, sensación de ardor y picor en los ojos, pérdida de la agudeza visual, enrojecimiento e inflamación en la lengua, inflamación de la boca y nariz, conjuntivitis y anemia.
- Vitamina B3 (niacina): este nutriente puede encontrarse en los cacahuates o maní, pollo, pescado y vegetales o verduras de hoja verde, como la espinaca, las acelgas, el brócoli, entre otros. La falta de B3 se puede manifestar por medio de heridas en la espalda y en las manos, falta apetito, diarrea, mareos, vómitos, pérdida de peso, lengua roja, demencia e incluso depresión.
- Vitamina B5 (ácido pantoténico): la vitamina B5 se encuentra en el hígado, el salvado de trigo, el aguacate, en productos lácteos como los quesos y las semillas de girasol. La falta de este nutriente genera alergia en la piel, hormigueo y ardor en los pies, malestar, mareos, dolor de cabeza, depresión, insomnio, calambres en el abdomen y gases.
- Vitamina B6 (piridoxina): la ingesta de alimentos como banano, salmón, papa, pollo y avena aumentan los niveles de piridoxina. La falta de B6 puede hacerse evidente por medio de heridas en la piel y alrededor de los ojos, nariz y boca, inflamación en la boca y en la lengua, depresión, somnolencia, debilidad y baja inmunidad.
- Vitamina B7 (biotina): la biotina está presente en carnes, huevos o leche. Un paciente con poca biotina puede presentar irritación en la piel y la aparición de manchas, conjuntivitis, dolor muscular, cansancio y aumento del azúcar en la sangre.
- Vitamina B9 (ácido fólico): se encuentra en alimentos de origen animal, como mariscos y carnes, además de huevo, queso y leche. La carencia de este compuesto puede generar irritabilidad, cansancio, dolor de cabeza, falta de aire, mareo y palidez.
- Vitamina B12: este compuesto se encuentra naturalmente en alimentos de origen animal, como pescado, carne, aves, huevos, leche y productos lácteos. Cabe mencionar que la vitamina B12 no está presente en alimentos vegetales. La deficiencia de cobalamina provoca cansancio, anemia, falta de energía y de concentración, hormigueo en las piernas y mareo.