Los sudores nocturnos son más comunes de lo que se cree, sin embargo, en ocasiones hay razones detrás de este síntoma. Por ejemplo, las mujeres que se encuentran atravesando la menopausia lo padecen debido a cambios hormonales presentes ante la llegada de su ciclo final reproductivo.

Debido a los cambios físicos que se presentan en esta etapa, algunas mujeres suelen pasar por intensos momentos de estrés que pueden llevarlas a la depresión, a presentar irritabilidad, incluso trastornos de ansiedad, que a su vez hacen que la sudoración se eleve más.

Mujer de mediana edad apoyada en el sofá descansando en la sala de estar se enfría con un ventilador de mano de color naranja, la frente se siente mal sufre de un clima insoportable de verano en casa sin aire acondicionado | Foto: Getty Images

Salvador Álvarez Martín, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, del HC Marbella International Hospital aseguró que hasta un 34 % de adultos pueden presentar sudoración excesiva durante la noche. En la mayoría de casos no se trata de nada grave, debido a que “se puede observar hiperhidrosis (sudoración excesiva generalizada o localizada) diurna o nocturna en personas sanas”, así lo aclaró Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo (Madrid).

Chivato puntualizó que la sudoración es un mecanismo natural del cuerpo para regular su temperatura. Sin embargo, al no presentar una enfermedad que justifique el síntoma es posible que haya una patología detrás de la sudoración nocturna que generalmente va acompañada de otros síntomas.

Según Tomás Chivato, algunas patologías relacionadas con este síntomas son: enfermedades tumorales (cánceres hepáticos o renales, leucemias o linfomas), infecciones agudas (fiebre tifoidea o salmonelosis), infecciones crónicas (tuberculosis o paludismo), endocrinopatías (hipertiroidismo o diabetes), digestivas (reflujo gastroesofágico), respiratorias (apnea obstructiva del sueño).

La Clínica de Mayo agregó otras patologías que pueden estar relacionas con la sudoración nocturna: trastornos de ansiedad, trastornos autoinmunitarios, daño en los nervios autónomos, infecciones bacterianas, consumo de sustancias psicoactivas, consumo excesivo de alcohol, VIH/sida, infección ósea, abscesos o quistes. Cabe aclarar que aparte de la sudoración excesiva se deben presentar otros síntomas adicionales como: pérdida de peso, cansancio, dolores, pérdida de apetito. Ya que la sudoración nocturna no sería un signo que pueda causar algún tipo de alarma.

La toma de ciertos medicamentos también puede generar sudoración excesiva, ya que la transpiración es un efecto secundario de algunos medicamentos como los: antidepresivos, los medicamentos para tratar la diabetes, medicamentos, de bloqueo hormonal, que se usan para tratar algún tipo de cáncer.

Algunas enfermedades pueden causar sudoración excesiva. | Foto: Getty Images

Y si se esta del todo sano es posible que la sudoración este relacionada con el estrés. “En personas estresadas, bien sea desde el punto de vista personal, familiar o laboral, son muy habituales los sudores nocturnos”, informa Chivato, así como en personas con “sobrepeso, consumidores de sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco, en personas sedentarias y en aquellas con edades comprendidas entre los 40 y los 60 años”.

Según Álvarez Martín, es posible que la ingesta de muchos alimentos o de consumir picantes cerca a la hora de dormir pueda generar sudoraciones. Es recomendable, ante la presencia de sudoraciones nocturnas, mantener la calma y validar si está relacionada con algún otro tipo de síntoma. El especialista de Medicina Familiar advierte que “nos debería preocupar los sudores nocturnos cuando son repetidos, cuando interrumpen el sueño y, sobre todo, si se acompañan de otros síntomas como pérdida de peso, de apetito, diarrea, dolor, fiebre, tos”.