Uno de los alimentos más consumidos por su gran sabor y los múltiples nutrientes que le aporta al organismo es el huevo. Generalmente, se consume en la mañana para el desayuno, pero también se puede añadir en el almuerzo o en la cena.

Es de destacar que el huevo se caracteriza por ser rico en proteínas de alto valor biológico y con un componente ideal de aminoácidos.

Además, el contenido de ácidos grasos monoinsaturados y ácidos grasos poliinsaturados supera ampliamente al de grasa saturada. Contiene también ácidos grasos omega 3, que han demostrado efectos beneficiosos sobre la salud.

También, el huevo contiene una gran cantidad de minerales como vitamina A, vitamina E, riboflavina, niacina, ácido fólico, vitamina B12, biotina, ácido pantoténico, fósforo, hierro, cinc y selenio.

El huevo es una fuente rica en proteínas. | Foto: Andrew Unangst | Getty Images

De igual manera, es necesario destacar que esta concentración de nutrientes va acompañada de un bajo aporte calórico, lo cual es ideal para llevar una dieta balanceada con un mismo bajo valor calórico.

Sin embargo, a pesar de los nutrientes y beneficios que tiene el huevo, este no es apto para todos cuando se come con frecuencia. Por ejemplo, la plataforma digital Sinergia Animal menciona que este alimento no se debe ingerir muy seguido cuando se tienen problemas relacionados con el corazón.

“Los huevos son un alimento rico en colesterol y el alto consumo de esta sustancia aumenta la incidencia de enfermedades cardiovasculares, incluyendo problemas al corazón y derrames, e incluso el riesgo de muerte. Pero más específicamente consumir 300 mg de colesterol por día está relacionado con un riesgo 17% mayor de padecer enfermedades cardiovasculares y un riesgo 18% mayor de muerte”, señala el sitio.

Enfermedades cardiovasculares más frecuentes

1. Hipertensión arterial. La hipertensión es una afección considerada como silenciosa, es decir, que no suele presentar síntomas en los pacientes, lo que significa que muchos individuos pueden padecerla por años y no saberlo. Algunas personas se dan cuenta de que la padecen cuando se realizan exámenes médicos o se miden la presión por otras afecciones.

El jugo de guayaba ayuda a controlar los niveles de tensión arterial. | Foto: Peter Cade/Getty Images

2. Insuficiencia cardíaca. Es una afección en la cual el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma eficiente, según lo señala la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus.

De acuerdo con esta entidad, a la insuficiencia cardíaca se le considera una afección crónica que puede presentarse por problemas que necesariamente no son asociados al corazón. También, Medline Plus explica que el lado derecho o el izquierdo de este órgano son las únicas zonas afectadas.

3. Arritmia. La Clínica Universidad de Navarra (CUN) define la arritmia cardíaca como una alteración en el ritmo normal del corazón, pero que puede llegar a provocar sincopes, pérdida del conocimiento momentánea, mareos y hasta dolor en la zona dónde permanece el órgano.

Aunque hay dos grandes tipos de arritmias, según el portal mencionado, las lentas y las rápidas, también se clasifican aparte los latidos anticipados o prematuros del corazón, ya que en el momento en que se altera de cualquier manera, las palpitaciones del corazón, esto ya se considera como una arritmia.

Arritmia cardiaca - Imagen de referencia | Foto: Getty Images

4. Derrame cerebral o accidente cerebrovascular. Como también se le conoce, ocurre cuando se interrumpe o se reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes.

Cuando esto sucede, las células cerebrales comienzan a morir en cuestión de minutos. De acuerdo con información del instituto Mayo Clinic, si esta situación se presenta es una emergencia médica, y el tratamiento debe ser inmediato. La acción temprana puede reducir el daño y afectaciones en el cerebro.