Un nivel muy alto de azúcar en sangre (hiperglicemia) puede ocasionar un coma diabético y esta es una complicación de la diabetes que provoca pérdida del conocimiento y es potencialmente fatal, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
La hiperglicemia no provoca síntomas hasta que la concentración de glucosa es muy elevada, generalmente, cuando está por encima de los 180 a 200 miligramos por decilitro (mg/dl) o de los 10 a 11,1 milimoles por litro (mmol/l)
De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
Asimismo, la entidad sin ánimo de lucro señaló que los síntomas de la hiperglucemia evolucionan lentamente durante el transcurso de varios días o semanas y, mientras más tiempo permanezcan altos, los niveles de glucosa en la sangre más graves pueden ser los síntomas.
De hecho, reveló que los signos y síntomas iniciales son:
- Micción frecuente.
- Aumento de la sed.
- Visión borrosa.
- Fatiga.
- Dolor de cabeza.
Los signos y síntomas posteriores son:
- Aliento con olor a fruta.
- Náuseas y vómitos.
- Falta de aire.
- Sequedad en la boca.
- Debilidad.
- Desorientación.
- Coma.
- Dolor abdominal.
Según la entidad, una enfermedad o el estrés pueden desencadenar hiperglicemia debido a que las hormonas producidas para combatir la enfermedad o el estrés también pueden hacer que aumente el nivel de glucosa en la sangre.
Además, indicó que incluso las personas que no tienen diabetes pueden desarrollar hiperglicemia transitoria durante una enfermedad grave, pero las personas con diabetes podrían necesitar un medicamento adicional para la diabetes con el fin de mantener la glucosa en sangre cerca del nivel normal durante una enfermedad o un episodio de estrés.
Hay que señalar que, con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios, ya que puede dañar los ojos, riñones y nervios. Además, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro.
Por tal razón, el tratamiento de la hiperglicemia consiste en llevar una dieta saludable (sirve comer porciones más pequeñas) y tener en cuenta que algunos alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.
Por ende, el portal Terra Networks reveló que existen algunos alimentos que son importantes de incluir en el desayuno, como es el caso de los huevos, pues uno proporciona 6 gramos de proteína de alta calidad, cinco gramos de grasa y 1,6 gramos de grasa saturada, además de hierro; vitaminas A, D, E o K; minerales como fósforo y calcio, y nutrientes como luteína y zeaxantina, los cuales ayudan a combatir ciertas enfermedades.
La segunda recomendación es consumir avena, ya que posee nutrientes clave para el organismo como calcio, zinc, cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y vitaminas B1, B2, B3, B6 y E. Además, tiene poco índice glucémico, lo cual es ideal para las personas que tiene diabetes.
Asimismo, un estudio de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) descubrió que consumir dos latas de sardinas a la semana podría prevenir la diabetes tipo 2, ya que este alimento tiene nutrientes como la taurina, el omega 3, el calcio y la vitamina D.
Finalmente, Mayo Clinic señaló que realizar actividad física también sirve para manejar el nivel de glucosa en la sangre, ya que el ejercicio regular suele ser una manera eficaz de controlarlo. Sin embargo, no se debe realizar ejercicio si se hallaron cetonas en la orina, ya que esto puede hacer que el nivel de glucosa en la sangre aumente aún más.