La moda dejó de temerles a las grandes tallas. Atrás parecen estar quedando los días en que las mujeres perseguían una silueta extremadamente delgada para ‘entrar’ en unos cánones de belleza irreales, y a veces hasta imposibles, que privilegiaban las tallas muy pequeñas, a costa incluso de la propia salud física.

En tiempos del ‘body positive’ o positivismo corporal, hoy en día es cada vez más fácil encontrar en las vitrinas de grandes marcas tallas grandes a la hora de comprar. Las “plus size” prácticamente se han convertido en una obligación para las marcas.

El primero que se atrevió a dar ese paso fue el sector de la ropa casual, pero la lencería es una de las que mejor está funcionando en esta división de las tallas grandes.

Prueba de ello, es que marcas como Victoria’s Secret, buscando ser más inclusivas y diversas, han comenzado a contratar a modelos de talla grande para sus catálogos y desfiles.

La primera de ellas fue Tate Cluter, que con su talla 14 impuso un antes y un después en la historia de la famosa marca de ropa interior.

Enviaba así un mensaje para toda la industria en el sentido de que la moda debe ser para todas las mujeres, independientemente de sus formas y cuerpos.

Fue un primer paso que pronto copiaron otras marcas. Entre ellas se destaca Savage x Fenty, de la cantante Rihanna, y las prendas moldeadoras con el sello Kim Kardashian, Skims, Lizzo y Yitty.

En el mundo del lujo, esta tendencia también ha ido en aumento. Cuando Patrick Herning creó 11 Honoré en 2017, esta se convirtió en la primera plataforma multimarca en ofrecer productos “plus size”, en colaboración con 15 firmas.

El auge ha sido tal que según NPD, una de las principales firmas de investigación de mercados en Estados Unidos, en este país este sector creció un 18% en 2021, en comparación con 2019, el último año antes de la disrupción de la pandemia.

Se trata de un ritmo de crecimiento que es tres veces más acelerado que el del resto de segmentos de la moda y que además alcanza por igual a diferentes generaciones y estratos sociales.

Dicho crecimiento está ligado al aumento de la demanda, pero no tanto por el número de clientes sino por un cambio en el paradigma de la industria de la moda: hoy en día las personas con talla grande también quieren divertirse con la moda y exigen oferta literalmente a su medida.

En Colombia, una de las influenciadoras que ha liderado esta conversación en redes sociales es Laura Agudelo, más conocida como “La pesada de moda”.

En 2010, esta activista digital tomó la decisión de escribir sobre moda para mujeres con sobrepeso movida por la necesidad de compartir su experiencia sobre lo difícil que podía resultar para una mujer de talla grande vestirse con las tendencias del momento, de ahí nació su exitoso blog lapesadademoda.com.

Laura reconoce que, gracias a esta iniciativa, “se han creado empresas y marcas para este mercado en el país. Hoy en Colombia se habla sin miedo de modelos plus size (de tallas grandes)”, dice.

Esta lucha de tantos años también hizo posible el nacimiento de “GORDA Salón de Moda Plus Size”, un espacio de marcas colombianas de tallas grandes creado en 2019. “Yo no me vestía de negro, mandaba a hacer mi ropa con un modista de mi pueblo porque en las tiendas no encontraba mi talla, pero poco a poco me di cuenta que mi ropero tenía cada vez más prendas de marcas colombianas” y fue en ese momento donde se propuso reunirlos”, cuenta la experta en moda.

Iniciativas como estas han permitido que las mujeres de tallas grandes hayan ganado confianza y autoestima y se alejaran de viejos mitos: que en lo posible se vistan de negro y desechen los colores divertidos; que luzcan las mismas tendencias y modas que las mujeres delgadas; que prohíban los “crop tops” (blusas cortas) en sus armarios; que solo usen vestidos de baño de abuelas; o que destierren las rayas horizontales o la lencería sexy.

Todo eso está mandado a recoger, porque el ‘body positive’, enhorabuena, llegó para quedarse.