El omega-3 son grasas necesarias parea el cuerpo, ya que trae un aporte importante en el sistema nervioso, además de otros beneficios para el sistema cardiovascular. A pesar de ello, existen algunos casos en donde es recomendable no incrementar su consumo.

De acuerdo con el portal web Medline Plus, el organismo requiere de estas grasas para fortalecer las neuronas y para otras funciones importantes; además de ayudar a mantener el corazón sano y protegido contra un accidente cerebrovascular. También mejora la salud del corazón en caso de padecer alguna enfermedad coronaria.

“Su cuerpo no produce ácidos grasos omega-3 por sí solo. Usted tiene que obtenerlos de la alimentación. Algunos pescados son las mejores fuentes de omega-3. Usted también puede obtenerlos de algunos alimentos vegetales”, indica el portal en mención.

El omega-3 es una grasa saludable para el organismo. | Foto: Getty Images

De igual forma, pueden reducir los riesgos y síntomas de otros trastornos, incluyendo diabetes, accidente cerebrovascular, algunos cánceres, artritis reumatoidea, asma, enfermedad intestinal inflamatoria, colitis ulcerativa y deterioro mental.

Este ácido graso no lo produce el cuerpo, por lo que se debe obtener a través de la alimentación; consiguiéndose principalmente en ciertos tipos de pescado, al igual que en granos y algunos vegetales.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos recomienda no consumir más de 3 g/día de EPA y DHA combinados, lo que incluye hasta 2 g/día con los suplementos dietéticos.

“Algunas veces se usan dosis más altas para bajar los triglicéridos. Sin embargo, cualquier persona que toma omega-3 con este fin debe estar bajo el cuidado de un profesional de la salud, porque estas dosis podrían causar problemas hemorrágicos y posiblemente afectar la función del sistema inmunitario”, señalaron los NIH.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos recomienda no consumir más de 3 g/día de EPA y DHA combinados, lo que incluye hasta 2 g/día con los suplementos dietéticos. | Foto: ma-k

A pesar de sus múltiples beneficios, cuando se consumen en exceso los ácidos omega-3 y se incluyen sus propias cápsulas desmedidamente, esto puede generar algunos efectos secundarios. Según Medline Plus, estos pueden ser:

  • Eructos.
  • Acidez.
  • Dolor de estómago o incomodidad.
  • Dolor de articulaciones.
  • Vómitos.
  • Estreñimiento.
  • Diarrea.
  • Náuseas.
  • Cambio en el sentido del gusto.
A pesar de sus múltiples beneficios, cuando se consumen en exceso los ácidos omega-3 y se incluyen sus propias cápsulas desmedidamente, esto puede generar algunos efectos secundarios como los eructos. | Foto: GettyImages

Déficit en el organismo de omega-3

Sea cual sea el caso, Cuerpo Mente señala que hay síntomas que alertan el déficit del ácido graso poliinsaturado, como:

1. Dificultad a la hora de concentrarse: el citado portal consigna que la falta de concentración podría darse por irregularidades en el sueño y la alimentación. En consecuencia, el omega-3 tiene que ver con este signo, pues los ácidos grasos son importantes para el funcionamiento del cerebro.

2. Inquietud y depresión: Salud 180 explica que la falta de omega-3 podría incidir de forma negativa en la estabilidad emocional de las personas. Una investigación publicada en la revista Nature Neuroscience tomó como muestra a ratonas madres que fueron alimentadas con carencia del ácido graso y los resultados arrojaron que aumentaron conductas ligadas a la depresión y la ansiedad.

En cuanto a la falta de omega-3, varios estudios dicen que al impactar en los problemas para descansar y tomar un plácido sueño, la fatiga es persistente por falta de nutrientes. | Foto: Getty Images

3. Fatiga: una de las causas principales de la fatiga que varios médicos precisan es por la obesidad. En cuanto a la falta de omega-3, varios estudios dicen que al impactar en los problemas para descansar y tomar un plácido sueño, la fatiga es persistente por falta de nutrientes.

Respecto al consumo, hay que señalar que el omega-3 se encuentra en nueces y semillas como de linaza, de chía y nueces negras; en aceites de plantas como de la linaza, aceite de soja (soya) y aceite de canola o en alimentos fortificados como ciertas marcas de huevos, yogur, jugos, leche, bebidas de soja (soya) y fórmula infantil.

Adicional, existen suplementos dietéticos de omega-3 que incluyen el aceite de pescado, el aceite de krill, el aceite de hígado de bacalao y el aceite de alga (una fuente vegetariana que proviene de las algas) y estos aportan una amplia gama de dosis y de formas de omega-3.