La prediabetes es una afección en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero no lo suficiente para que se diagnostique diabetes tipo 2, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Este padecimiento pone en riesgo a una persona de presentar diabetes tipo 2, enfermedad del corazón y derrame cerebral. Esta situación se presenta porque el páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas lo usen como energía.
Cuando la persona tiene prediabetes, las células no responden a la insulina de manera normal. Para tratar de hacer que respondan, el páncreas produce más de esta hormona, pero no podrá mantener el ritmo y los niveles de azúcar en la sangre subirán, lo cual crea las condiciones propicias para la prediabetes y para que en el futuro el paciente llegue al siguiente nivel, que es la diabetes tipo 2.
Los expertos aseguran que es posible tener esta afección durante años sin ningún síntoma claro, por lo que frecuentemente no se detecta hasta que aparecen problemas de salud más complejos. Ante esta realidad, la decisión más acertada es pedirle al médico que ordene exámenes que permitan determinar los niveles de azúcar en la sangre y más si se tienen los siguientes factores de riesgo de prediabetes, que incluyen:
- Tener sobrepeso.
- Tener 45 años o más.
- Tener uno de los padres o uno de los hermanos o hermanas con diabetes tipo 2.
- Hacer actividad física menos de tres veces a la semana.
- Haber tenido alguna vez diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo) o haber dado a luz a un bebé que pesó más de 9 libras.
- Tener síndrome del ovario poliquístico.
Síntomas
Normalmente, cuando una persona padece prediabetes no suele presentar ningún signo o síntoma. Según el instituto de investigación Mayo Clinic, una posible señal es el oscurecimiento de la piel en ciertas partes del cuerpo. Las áreas afectadas pueden incluir el cuello, las axilas y la ingle.
Cuando la enfermedad avanza y se pasa de la prediabetes a la diabetes tipo 2, empiezan a evidenciarse síntomas como:
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Aumento del hambre.
- Fatiga.
- Visión borrosa.
- Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos.
- Infecciones frecuentes.
- Llagas que tardan en cicatrizar.
- Pérdida de peso involuntaria.
Causas
Si bien se desconoce la causa exacta de la prediabetes, los antecedentes familiares y la genética parecen un factor importante, aseguran los especialistas. Lo que está claro es que las personas con prediabetes ya no procesan el azúcar (glucosa) de manera correcta.
La mayor parte de la glucosa en el cuerpo proviene de los alimentos que las personas consumen. Cuando se digiere la comida, el azúcar entra en el torrente sanguíneo. La insulina permite que el azúcar migre a las células para que estas lo conviertan en energía y es esto lo que permite reducir la cantidad de glucosa en la sangre. Cuando el nivel de glucosa comienza a bajar, el páncreas ralentiza la secreción de insulina en la sangre.
Si una persona tiene prediabetes, este proceso no funciona tan bien. En consecuencia, en lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo debido a dos razones: el mencionado órgano no produce suficiente insulina o las células se vuelven resistentes a la misma y no permiten la entrada del azúcar para ser transformado en energía.
¿Cómo prevenir la prediabetes y su avance a diabetes tipo 2?
Los expertos tienen claro que la mejor forma de evitar el desarrollo de estas afecciones es llevando un estilo de vida saludable, aunque la persona tenga antecedentes familiares de diabetes. Los hábitos a tener en cuenta son los siguientes.
- Consumir alimentos saludables.
- Mantenerse activo.
- Perder el exceso de peso.
- Controlar la presión arterial y el colesterol.
- No fumar.