Las frutas tienen varios beneficios para la salud por su alto contenido de micronutrientes (vitaminas, minerales y fibra), de acuerdo con el Ministerio de Salud.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tres porciones de 80 g de fruta al día, pero ese valor es aproximado, ya que la cantidad óptima depende de diversos factores, entre ellos la edad, el sexo, el nivel de actividad física, el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.
Ahora bien, hay que señalar que el consumo habitual de frutas es ideal para reducir los niveles de colesterol, mejorar el tránsito intestinal (evitan el estreñimiento), disminuir los niveles de azúcar en la sangre y contribuir a la eliminación de toxinas, entre otros.
Beneficios dependiendo del color de las frutas:
1. Rojos: Ayudan a cuidar el corazón y a prevenir problemas cardíacos.
2. Amarillos y naranjas: Contribuyen en la salud de los ojos y la piel.
3. Blancos: Mejoran la calidad de los huesos y las articulaciones.
4. Morados: Favorecen el cerebro y la salud mental.
5. Verdes: Promueven el funcionamiento de las células.
Clasificación de las frutas:
- Dulces: durazno, plátano, mamey, caña, higo y sandía.
- Semidulces: papaya, mango, uvas, pera y guanábana.
- Ácidas: guayaba, fresa/frutilla, frambuesa, piña, toronja/pomelo, mandarina, limón, moras y zarzamoras.
- Semiácidas: kiwi, ciruela, uva verde, bayas de goji, níspero, tejocote y ciruela.
- Neutras: manzana.
Adicional, el portal SportAdictos reveló que “al mezclar las frutas correctamente se pueden maximizar sus beneficios”. Por ejemplo, las frutas ácidas se pueden combinar con las mismas ácidas, neutras o semiácidas y las frutas dulces se pueden mezclar con las mismas dulces, semidulces o neutras”.
Entretanto, el Ministerio de Salud de Perú indicó algunos consejos prácticos para el consumo de frutas:
- Elegir frutas de distintos colores, y de preferencia, de la estación.
- Añadir frutas en el desayuno, almuerzo y cena.
- Lavar bien las frutas antes de consumirlas.
- Probar frutas que usualmente no se consumen.
De todos modos, lo recomendado es consumir la fruta y no el jugo de la fruta para obtener las propiedades, ya que el especialista Salomón Jakubowicz, médico investigador en endocrinología y autor del libro ‘Ni una dieta más’, le dijo al portal Salud 180 que “al extraer el jugo de la fruta se obtiene agua con azúcar, porque las vitaminas y la fibra permanecen en la fruta. Aun sin añadirle, un vaso de jugo natural tiene diez cucharadas de azúcar, al igual que un refresco y ambos contienen fructosa”.
Asimismo, agregó: “Este es el peor de los azúcares, el que más engorda, sube los triglicéridos, ácido úrico y causa diabetes. La fructosa y el alcohol, que también es un azúcar natural, comparten el mismo camino por el hígado, aumentan la grasa del abdomen y causan hígado graso”.
De hecho, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, recomendó consumir frutas a la plancha y solo hay que cortar las frutas frescas, como manzanas, ciruelas, peras o duraznos, en rodajas o cubos.
Después, hay que untar ligeramente la fruta con aceite de canola y espolvorear canela por encima. En seguida, se asan a fuego bajo entre unos tres y cinco minutos.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que se debe hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.