La sandía, también llamada patilla, aporta varios beneficios para la salud, ya que es rica en vitaminas, agua y compuestos antioxidantes, con propiedades antiinflamatorias, hidratantes, antioxidantes, diuréticas, anticancerígenas, digestivas y antihipertensivas, de acuerdo con el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.
Además, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) señaló que genéticamente existen dos tipos de sandías:
- Sandías diploides o con semillas: son las variedades cultivadas tradicionalmente, que producen semillas negras o marrones de consistencia leñosa, y con cáscara de color verde oscuro.
- Sandías triploides o sin semillas: se trata de variedades que tienen unas semillas tiernas de color blanco que pasan desapercibidas al comer el fruto. Se caracterizan por tener la corteza verde clara con rayas verdes oscuras y la carne puede ser de color rojo o amarillo.
Ahora bien, respecto a los beneficios, el portal portugués indicó que ayuda a mantener al organismo y la piel hidratada, a mejorar la retención de líquidos, prevenir la formación de piedras en los riñones, cuidar la salud del corazón y fortalecer el sistema inmune.
Respecto a la salud del corazón, puntualizó que “el licopeno que se encuentra en la sandía, por su acción antioxidante y antiinflamatoria, impide la oxidación del colesterol LDL “malo”, previniendo así la formación de las placas de ateroesclerosis y el desarrollo de enfermedades cardíacas, como un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV), por ejemplo”.
Además de esto, añadió que “el licopeno es capaz de aumentar la concentración de colesterol HDL “bueno”, promoviendo la salud del corazón”.
Asimismo, indicó que “la sandía contiene critrulina, un aminoácido que podría aumentar los niveles de óxido nítrico en el organismo, ayudando a que los vasos sanguíneos se expandan y favorezca la disminución de la presión arterial”.
Igualmente, añadió, “esta fruta también aporta potasio, un mineral que favorece la salida del exceso de sodio del organismo a través de la orina, ayudando a regular la presión arterial. El licopeno, otro compuesto antioxidante que se encuentre en la sandía, también podría ayudar a regular la presión arterial, pues algunos estudios indican que reduce la vasoconstricción y favorece la disminución de la presión arterial”.
Entre tanto, respecto al consumo, Tua Saúde señaló que “la sandía es una fruta rica en carbohidratos, por lo que se recomienda que al momento de ingerirla se combine con otro alimento rico en fibras, como por ejemplo unos 15 a 30 g de frutos secos: nueces, almendras, marañón, entre otros; o 1 cucharada de avena en hojuelas o 1 cucharadita de semillas como linaza o chía.
La porción recomendada al momento de ingerirse es de 1 rebanada (300 g aproximadamente)”. No obstante, es importante señalar que para obtener los beneficios de la sandía, esta debe ser incorporada en una dieta saludable y equilibrada.
Información nutricional por 100 gramos de sandía:
- Calorías: 32
- Proteína: 0,62 gramos
- Total grasa: 0,43 gramos
- Carbohidratos: 7,18 gramos
- Fibra dietética: 0,5 gramos
- Calcio: 8 mg
- Fierro: 0,17 mg
- Magnesio: 11 mg
- Fósforo: 9 mg
- Potasio: 116 mg
- Sodio: 2 mg
- Zinc: 0,07 mg
- Cobre: 0,032 mg
- Manganeso: 0,037 mg
- Selenio: 0,1 mg
- Vitamina C: 9,6 mg
- Tiamina: 0,080 mg
- Riboflavina: 0,020 mg
- Niacina: 0,200 mg
- Ácido Pantoténico: 0,212 mg
- Vitamina B-6: 0,144 mg
- Folate: 2 mg
- Vitamina A: 28 µ ER
- Vitamina E: 0,1 mg ET
De todos modos, al igual que con cualquier alimento o suplemento que se quiera incluir en la dieta diaria, es fundamental consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir.
Finalmente, si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de las propiedades del alimento ya nombrado, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.