De acuerdo con NeuroLogic Internacional, las funciones cognitivas son procesos mentales que permiten que una persona lleve a cabo cualquier actividad, porque al interactuar con su entorno almacena, procesa y analiza la información.
Señala que entre las funciones a destacar se encuentran la memoria, la atención y la orientación. Pero, para que se puedan llevar a cabo de una manera efectiva es indispensable tener hábitos saludables como una dieta equilibrada que colabore con la actividad del cerebro y su comportamiento. Además, para evitar un deterioro cognitivo es fundamental dormir adecuadamente, puesto que en este proceso el cuerpo se recupera.
De acuerdo con Infomed, el estudio La estructura del cerebro y los mecanismos genéticos relacionados con la asociación no lineal entre la duración del sueño, la cognición y la salud mental, publicado por la revista Nature Aging halló el número de horas que se debía dormir para mejorar las funciones cognitivas, entre ellas, la memoria. Todo esto con una base de datos de 500 mil sujetos del Reino Unido, quienes fueron sometidos a pruebas relacionadas con las actividades cerebrales junto con el sueño.
El plan en un inicio tuvo un seguimiento de por lo menos 30 años, en donde los voluntarios eran adultos de una edad promedio de 56.5 años —siendo mayor el número de mujeres—, concluyendo que una persona debe dormir 7.16 horas diarias, ya que descansar muchas horas o pocas puede ser perjudicial para la función cognitiva.
Sin embargo, es importante hacer una precisión: según el estudio, a partir de los 40 años de edad, dormir 7 horas es más beneficioso.
Deterioro cognitivo
El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) describe el deterioro cognitivo como “alteraciones en el pensamiento, el aprendizaje, la memoria, el juicio y la toma de decisiones”.
Entre los principales signos que se destacan en el deterioro cognitivo se encuentran los cambios de ánimo y de comportamiento. Asimismo, la desorientación y el desinterés por hacer diferentes actividades.
La Clínica Mayo asegura que cuando esta afección es leve se asocia con el inicio del envejecimiento, considerándose normal, pero la institución explica que cuando es más grave se llama demencia.
Para prevenir un detrimento cognitivo, sugiere evitar el consumo de grasas trans y ultraprocesadas, reemplazándolas por saludables como el aguacate, teniendo una dieta rica en frutas y verduras.
Lo anterior, lo corrobora un artículo de la Revista Médica Clínica Las Condes, publicado en mayo de 2016, titulado La dieta mediterránea y la vitamina D como potenciales factores protectores del deterioro cognitivo. Este estuvo presidido por los doctores María Jose Escaff, Marcelo Miranda, Rodrigo Alonso y Ada Cuevas, quienes aseguran que la demencia y el deterioro cognitivo son problemáticas de salud pública que afectan a los adultos mayores.
Precisan que la dieta mediterránea e incluso la vitamina D pueden ser medidas preventivas de la disminución de la función cognitiva. Si bien es cierto que no significa que eliminen las probabilidades de riesgo, sí pueden tener un impacto sobre posibles enfermedades en el cerebro.
Es entonces que la dieta mediterránea se destaca por ser baja en grasas con ácidos como el omega-3 y 6, con alimentos ricos en fibra, y un bajo índice en proteína animal.
El estudio explica que este plan de alimentación mediterráneo es rico en frutas y verduras que incluyen granos como las nueces, por ejemplo. Existen investigaciones que pueden argumentar que al implementar este plan de alimentación contribuye en contrarrestar el deterioro cognitivo.
Además, los expertos, aseguran que la vitamina D también participa en dichos procesos cerebrales. Cabe recordar que la forma directa de obtenerla es tras la exposición al sol, pero se debe tener precaución porque esto incide en el cáncer de piel.