Una alimentación saludable es fundamental para prevenir y combatir el desarrollo de enfermedades. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.

El pescado es conocido por sus beneficios nutricionales para el organismo. Respecto a su consumo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) señala que aconseja comer de 2 a 3 porciones de pescados de baja concentración de mercurio semanalmente. Es importante saber que todos los peces tienen cantidades mínimas de este elemento, el cual es perjudicial para la salud del cerebro si se consume excesivamente.

“Para los adultos, una porción típica es de 4 onzas de pescado, pesado crudo. Los tamaños de la porción para los niños deben ser más pequeños y ajustarse según la edad y la necesidad calórica total. Se recomienda que los niños coman pescado una o dos veces por semana, seleccionado de entre una variedad de clases de pescados”, detalla la FDA.

Según las Normas Alimentarias de Nueva Zelanda el consumo de atún es seguro para todas las personas, incluyendo a las mujeres embarazadas. Esta entidad señala que se pueden comer de 2 a 3 porciones de atún a la semana, y a sea enlatado o fresco.

La Organización Mundial de la Salud señala que el atún enlatado tiene beneficios para el organismo pues “su carne es rica en en Omega-3, contiene minerales, proteínas y vitamina B12, entre muchas otras bondades”.

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son las grasas insaturadas del pescado, las cuales tienen efectos positivos en la salud cardíaca, disminuyendo el riesgo de afecciones mortales.

De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, “son un tipo de ácido graso insaturado que puede reducir la inflamación en todo el cuerpo. La inflamación en el cuerpo puede dañar los vasos sanguíneos y provocar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares”.

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, agrega que estas grasas son importantes para fortalecer las neuronas y para otras funciones en el cuerpo humano: “Estos ácidos ayudan a mantener el corazón sano y protegido contra un accidente cerebrovascular. También ayudan a mejorar la salud del corazón si usted ya tiene una enfermedad del corazón”.

Los beneficios de estas grasas en el corazón pueden contribuir debido a que pueden ayudar a:

  • Reducir los triglicéridos.
  • Disminuir ligeramente la presión arterial.
  • Disminuir el riesgo de derrames cerebrales y de insuficiencia cardíaca.
  • Reducir los latidos irregulares del corazón.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) mencionan que los expertos aún no han determinando las cantidades recomendadas específicas de ácidos grasosomega-3 para cada persona. Sin embargo, la ALA ha establecido algunas recomendaciones, según la edad y el sexo:

  • Del nacimiento a los 12 meses*: o.5 g
  • Niños de 1 a 3 años: 0.7 g
  • Niños de 4 a 8 años: 0.9 g
  • Niños de 9 a 13 años: 1.2 g
  • Niñas de 9 a 13 años: 1.0 g
  • Adolescentes (varones) de 14 a 18 años :1.6 g
  • Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 1.1 g
  • Adultos (hombres): 1.6 g
  • Mujeres y adolescentes embarazadas: 1.4 g
  • Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 1.3 g

Los expertos insisten en que los niños y las mujeres embarazadas deben evitar el consumo de niveles altos de mercurio. Los pescados que se caracterizan por esto son el pez espada, tiburón, caballa gigante y lubina.