El té es una de las plantas de origen asiático más populares en todo del mundo. Según cuenta una leyenda china, una hoja cayó por obra del destino al agua en ebullición justo al frente del emperador Shen Nung, quien probó la preparación accidental y se encantó por el sabor refrescante que tenía.

Cierta o no, la historia justifica el inicio de una tradición que nació en la gran potencia de oriente y que se extendió a todo el mundo. Las coronas europeas decidieron, desde la antigüedad, que invertirían recursos a la importación de este producto de origen vegetal para su consumo exclusivo, popularizándose también en occidente.

Hay quienes consumen infusiones concentradas en bolsita. Se encuentran fácilmente en los supermercados. | Foto: GettyImages

Tras la conquista y colonia, los pueblos americanos adoptaron también la costumbre de tomar té. No obstante, con la globalización del fenómeno los conocedores descubrieron dos cosas. La primera, que no se trataba solo de una bebida caliente deliciosa o del eje de una costumbre, sino de una fuente de efectos medicinales.

Ayudar a la pérdida de peso y a la salud mental fueron algunas de las bondades descubiertas. Asimismo, la comunidad notó también que no era solo la hoja del té la que servía para tomar en forma de infusión, es decir, la mezcla entre una planta y agua.

Otras especies como la canela, la manzanilla, el eucalipto, la pasiflora o la horchata, entre otras, comenzaron a consumirse de manera similar al té con el paso del tiempo. Al comienzo, su preparación era totalmente natural y rudimentaria, tomando las hojas y dejándolas reposar en agua hervida, pero poco a poco todo se fue tecnificando.

Así las cosas, fue en 1904 cuando el famoso mercader de té y café, Thomas Sullivan, decidió comenzar en Nueva York unas bolsitas que contenían las plantas machadas, para solo tener que sumergirlas en el agua caliente y crear la infusión deseada.

En Colombia, empresas reconocidas como Jaibel, Hindú o Tosh reinan en el mercado con infusiones de distintos sabores.

De esta manera, las personas se han adaptado a esta forma de consumo de las plantas, pero todavía existen varias dudas alrededor de la manera en que estas bolsitas deben usarse.

Una de las más frecuentes es la de si se puede, o no, reutilizar la bolsita de té después de un primer consumo, pues la mayoría de las veces la sustancia sigue prácticamente intacta con tan solo usarla una vez.

La respuesta es sí. Cada paquete se puede usar hasta dos veces, pero es clave saber que la concentración de sabor y de color será menor, por lo que no es de alarmarse si nota el cambio.

No obstante, es importante destacar que existen dos tipos de bolsitas de té. Una contiene la hoja pura triturada a granel, mientras que la otra en realidad es polvo para infusionar. La primera permitirá más de una utilidad sin problema, casi con un cambio imperceptible después a través del tiempo, pero la segunda sí se diluirá más rápidamente.

La bolsita de té puede incluir la planta machada o un polvo para infusionar. | Foto: Getty Images

El té que ayuda a disminuir la ansiedad y mejora la actividad digestiva

La madre naturaleza es sabia y muestra de ello es que tiene dentro de todo su ecosistema los elementos necesarios no solo para subsistir, sino también para preservar la vida cuando se presentan algunos malestares y enfermedades propias del ser humano. Uno de estos elementos es una planta aromática originaria de las costas rocosas del Mediterráneo, que ha sido usada por la humanidad por siglos.

Se trata del laurel, una planta que ha sido usada desde tiempos inmemoriales como condimento para infinidad de platos y menús alrededor del mundo, gracias a su sabor amargo, herbáceo y suave, incluso cuando tiene un aroma sumamente fuerte para el olfato. Ahora, también es bien sabido que tiene propiedades benéficas para el cuerpo, sin embargo, su consumo farmacéutico es restringido.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la mejor forma para aprovechar las bondades del laurel es a través de una infusión, que en esencia debería ser tomada en ayunas a primeras horas de la mañana. Ahora, ¿cuáles son los elementos que hacen al laurel un aliado para la salud del ser humano?

El consumo de laurel puede ser beneficioso para reducir los niveles de azúcar en la sangre. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Es sencillo. El laurel contiene altas cantidades de vitamina C, B6 y A que son muy aprovechables para la salud humana. Según los científicos de la Universidad de Agricultura de Faisalabad, en Pakistán, la planta del laurel está “llena de beneficios antioxidantes y es una buena fuente de minerales y fibras dietéticas. Tradicionalmente, se ha utilizado para el tratamiento de problemas gastrointestinales para mejorar la digestión o flatulencia”, tal como lo informa el portal Clara.

Desglosando un poco más su beneficio antiinflamatorio, es el eugenol el elemento del laurel que actúa con esta función, haciendo que los órganos del sistema digestivo no se irriten ni se hinchen a la hora de hacer su trabajo. Por eso, la infusión de esta planta es beneficiosa para la salud, tal como lo radica un estudio publicado en la ACS Publications.