La diabetes es una enfermedad muy seria, que puede impactar varios órganos vitales, incluyendo los ojos, el corazón, los nervios, los pies y los riñones. Entender cómo esta enfermedad afecta el cuerpo es crucial para seguir un plan de tratamiento efectivo y preservar la salud en la medida de lo posible. Además, es fundamental ser consciente de estos efectos puede motivar a la persona a tomar medidas proactivas para controlar la diabetes y minimizar sus consecuencias en el organismo.
Diferente a lo que muchas personas crean, la diabetes no solo afecta a pacientes de la tercera edad, sino también a jóvenes, sin importar el género. Incluso, son cada vez más los afectados por este mal, debido a los desórdenes alimenticios o predisposiciones genéticas existentes.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, “la diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”.
Cuando una persona no controla adecuadamente su diabetes, los niveles de azúcar en la sangre tienden a aumentar, lo que se conoce como “hiperglucemia”. Este incremento en los niveles de azúcar en la sangre puede tener consecuencias perjudiciales, especialmente en los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo.
Así como sucede con el azúcar cuando se deja destapado en un recipiente durante toda la noche que se vuelve pegajosa. De una manera muy parecida, el azúcar en la sangre “se adhiere” a los diminutos vasos sanguíneos, dificultando el flujo sanguíneo hacia los órganos. Este proceso puede tener un impacto negativo en la salud y el funcionamiento adecuado del cuerpo.
Esta incómoda condición también afecta otros procesos metabólicos. Y es que cuando la glucemia está en altos niveles en la sangre, parte de este azúcar se elimina por el riñón. Por esto, la presencia de glucosa en orina se llama glucosuria.
Tan fuerte es la necesidad acelerada de expulsión de toxinas en los diabéticos que da espacio a que se produzca un cuadro sintomático claro. Incluso, las personas con diabetes orinan muchas veces al día y en grandes cantidades. Inclusive en algunos casos, pueden presentar dificultad para contener la orina. Las personas más jóvenes suelen mojar la cama por las noches cuando presentan esa situación de salud desde pequeños.
Otro caso es el que está relacionado con la falta de insulina traducida en la falta de glucosa, que es una fuente de energía. Para recomponer tales sustancias, comen mucho y esas grasas o desechos de los alimentos también dan paso a la necesidad de ir más veces a hacer sus deposiciones.
Lo más importante es que cuando una persona comience a presentar los síntomas de diabetes, o cuando ya está confirmado que sufre de esta incómoda afección, es que se visite regular y frecuentemente al médico de confianza. Ya que cada caso es diferente por las diferencias que tiene cada persona, entonces nada es más recomendable que tener a un profesional pendiente de la evolución de esta enfermedad en el organismo.