El término azúcar se usa para describir una amplia gama de compuestos que varían en dulzura, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Los azúcares comunes incluyen:

  • Glucosa.
  • Fructosa.
  • Galactosa.
  • Sacarosa (azúcar de mesa común).
  • Lactosa (el azúcar que se encuentra naturalmente en la leche).
  • Maltosa (producto de la digestión del almidón).

“El azúcar no es un nutriente esencial y hay evidencia sólida que muestra que en realidad puede ser perjudicial al contribuir al sobrepeso, la obesidad y la caries dental”, aseguró hace un tiempo Enrique Jacoby, el exasesor en alimentación sana y vida activa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la región de las Américas.

Además, la OMS señaló que la “nuevas directrices de la entidad recomiendan que adultos y niños reduzcan su ingesta diaria de azúcares libres a menos del 10 % de las calorías totales. Las directrices también señalan que una reducción aún mayor, al menos del 5 %, o aproximadamente seis cucharaditas por día en una dieta de 2.000 calorías, proporcionaría beneficios adicionales para la salud”.

Por ello, respecto a cuánto azúcar tiene consumir un jugo natural de naranja, el especialista Salomón Jakubowicz, médico investigador en endocrinología y autor del libro Ni una dieta más, le dijo al portal Salud 180 que “al extraer el jugo de la fruta se obtiene agua con azúcar, porque las vitaminas y la fibra permanecen en la fruta. Aun sin añadirle, un vaso de jugo natural tiene diez cucharadas de azúcar, al igual que un refresco y ambos contienen fructosa”.

Asimismo, agregó: “Este es el peor de los azúcares, el que más engorda, sube los triglicéridos, ácido úrico y causa diabetes. La fructosa y el alcohol, que también es un azúcar natural, comparten el mismo camino por el hígado, aumentan la grasa del abdomen y causan hígado graso”.

Por tal motivo, los expertos, la OMS, la Academia Americana de Pediatría y el comité de nutrición de la Asociación Española de Pediatría recomiendan comer la fruta y no el jugo de la fruta para obtener las propiedades como la de la naranja que está llena de antioxidantes y es rica en vitamina C. De hecho, una naranja mediana aporta aproximadamente 85 mg de vitamina C, lo que cubre el 100 % de las necesidades diarias recomendadas (60mg/día).

De igual manera, el blog de Salud de Mapfre reveló que “la vitamina C inhibe la oxidación del llamado “colesterol malo» (LDL) e impide que este se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos, previniendo así la aterosclerosis. Además, en personas con tendencia a trombosis, edemas, varices, etc.: los flavonoides de la naranja refuerzan la pared de los vasos capilares, otorgan una mayor elasticidad a las arterias y, en general, mejoran la circulación venosa, además de prevenir la agregación plaquetaria, aportando un efecto antitrombótico”.

Otro beneficio de esta fruta es que tiene un alto contenido de fibra y por eso contribuye a prevenir y mejorar el estreñimiento.

Sobre la misma línea, las naranjas tienen potasio y Mapfre explica que “este mineral propio de los vegetales es indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico tanto en el interior como en el exterior de la célula. Una de las consecuencias de la pérdida de electrolitos debido a la deshidratación puede ser sufrir calambres, por lo que una dieta rica en vegetales y frutas, legumbres y frutos secos ayudará a obtener el potasio suficiente para prevenir los calambres”.

Por su parte, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (Anibes), consumir frutas es fundamental para prevenir enfermedades, ya que estas contienen nutrientes esenciales para el organismo como fibra y minerales.