Con el pasar del tiempo, distintos estudios médicos muestran la importancia del sueño para una buena y sana rutina diaria. Es conocido que no dormir suficiente o tener una mala calidad del sueño puede afectar la salud a largo plazo, y las investigaciones publicadas por Nature Aging muestran la necesidad que tiene el cerebro de descansar el tiempo adecuado.
Empezando en los bebés, la investigación muestra que en los recién nacidos de entre 3 y 12 meses de edad, un mejor sueño está vinculado con mejores comportamientos durante el primer año de vida, en aspectos como la adaptabilidad a nuevas situaciones y las regulaciones eficientes de las emociones.
Los estudios muestran que en adolescentes y adultos jóvenes también sigue siendo importante tener las suficientes horas de descanso, ya que la falta de reposo estaría ligado a cambios de conectividad en el cerebro que podrían dificultar el desarrollo de ciertas áreas y habilidades cognitivas que aún están en desarrollo por la edad, así como pueden dificultar la concentración y la memoria a largo plazo.
La alteración de los patrones de sueño, incluyendo la dificultad para quedarse dormido y mantener un descanso uniforme sin interrupciones, podría significar una aceleración del proceso de envejecimiento. Esto al estar ligado a problemas de disminución cognitiva y desórdenes psiquiátricos para adultos mayores.
El estudio también señala que la cantidad de horas ideales para dormir en adultos sería de siete horas, ni más, ni menos. Ya que muestra que al dormir demasiado también se ven afectadas las funciones cognitivas en personas adultas, a las cuales se les recomienda dormir siete horas al día, el cual es un tiempo más que suficiente para reposar el cuerpo y cerebro, además de no tener afectaciones a corto y largo plazo.
Más enfocados En un estudio realizado por UK Biobank mostró que las personas que duermen esta cantidad de horas tuvieron mejores resultados en exámenes cognitivos enfocados en la velocidad de procesamiento, atención visual y memoria, que aquellas personas que durmieron más o menos horas durante la noche.
Por esto, los expertos recomiendan las siete horas de sueño, que estas sean constantes y no varíe mucho el reposo entre los días. Asimismo, reiteran que la privación de descanso afecta a partes importantes del cerebro como el hipocampo, conocido por su papel en el aprendizaje y la memoria, también destacan las regiones de la corteza frontal, implicada en el control de las emociones.
Finalmente, cuenta la investigación que al no dormir lo suficiente en la vida adulta, hay una relación directa con el encogimiento de partes del cerebro que regularán el sueño cuando se sea mucho mayor, por lo que se establece que al privarse de las horas del sueño adecuadas se podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como el alzhéimer o la demencia.
Entre las medidas que se pueden tomar para tener una mejor rutina de sueño se encuentra tomar menos alcohol, no ver películas de terror o que traigan emociones ‘alertantes’ antes de la hora de dormir. De ser así, se puede imaginar a sí mismo en una situación mucho más calmada y relajante. De igual manera, se puede valer de la tecnología para monitorear su sueño y determinar si debe mejorar o no su descanso diario.
Nuevamente, un estudio muestra la importancia de descansar las horas adecuadas y las consecuencias que tiene para el ser humano no reposar lo suficiente, no solo en su rutina diaria, sino también a largo plazo, cuando los efectos pueden ser mucho más permanentes que la simple falta de energía.