La gripe es una infección respiratoria causada por el virus de la influenza. Puede transmitirse a las personas, cuando alguien expulsa pequeñas gotas, al hablar, toser o estornudar, que pueden caer en la boca o en la nariz de las personas que se encuentren cerca. Asimismo es posible contagiarse por medio de un objeto y luego transferir el virus a los ojos, nariz y boca, explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Muchas personas en el mundo se enferman con gripa. En la mayoría de los casos los síntomas pueden durar de cinco a siete días. Es importante iniciar un tratamiento para sobrellevarlos y disminuir los riesgos en la salud de las personas, especialmente, en los niños. “En ocasiones, causa una enfermedad leve, pero también puede ser grave e incluso mortal, especialmente para personas mayores de 65 años, recién nacidos y personas con ciertas enfermedades crónicas”, señala la Biblioteca.
Síntomas
De acuerdo con Mayo Clinic, ”al comienzo, la influenza quizás parezca un resfriado común con nariz que gotea, estornudos y dolor de garganta. Pero los resfriados generalmente se presentan lentamente, mientras que la influenza tiende a aparecer de súbito. Y aunque un resfriado puede ser una molestia, generalmente te sientes mucho peor con la influenza”.
Algunos signos y síntomas frecuentes de la influenza incluyen:
- Fiebre.
- Dolor en los músculos.
- Escalofríos y sudoración.
- Dolor de cabeza.
- Tos persistente o seca.
- Falta de aire al respirar.
- Cansancio y debilidad.
- Nariz congestionada o goteo.
- Dolor de garganta.
- Dolor en los ojos.
- Vómitos y diarrea, pero esto es más común en los niños que en los adultos.
“En ocasiones, las personas tienen problemas para saber si tienen un resfrío o la gripe, pero hay diferencias entre ellos. Los síntomas de un resfriado en general aparecen más lentamente y son menos graves que los síntomas de la gripe. Los resfriados rara vez causan fiebre o dolores de cabeza”, precisa Medline Plus.
¿Cómo combatir la gripe?
La vacuna contra la influenza es el paso más importante para proteger contra este virus. Asimismo es una herramienta para “para reducir la carga de casos, hospitalizaciones y muertes por influenza para el sistema de atención médica todos los años”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
También existen algunos remedios naturales que se pueden preparar fácilmente en casa para sobrellevar los síntomas de esta afección. El portal Mejor con Salud los menciona:
- Miel con canela: se deben mezclar cantidades iguales de canela en polvo y de miel abeja. Si no hay canela en polvo, se puede poner a hervir agua con trozos de canela y luego añadir las cucharadas de miel.
- Agua, limón y miel: el limón es uno de los alimentos que ayuda a aliviar los síntomas del resfriado común. Una bebida caliente de agua, zumo de limón y varias cucharadas de miel contribuye a disminuir la tos y tener un sueño tranquilo en las horas de la noche.
- Jengibre, panela y miel: el agua de panela es uno de los remedios más conocidos. Luego de hervir el agua junto a la panela y el jengibre, se agregan varias cucharadas de miel y se obtendrá una bebida con un sabor delicioso y componentes nutritivos para fortalecer el organismo y aliviar los síntomas del resfriado.
Otros remedios
Los especialistas de Mayo Clinic recomiendan mantenerse hidratado. El agua, los jugos, el consomé claro o el agua tibia con limón amarillo y miel ayudan a aflojar la congestión y previenen la deshidratación. Se debe evitar el alcohol, el café y los refrescos con cafeína, que pueden empeorar la deshidratación.
Para aliviar el dolor de garganta se pueden hacer gárgaras de agua salada. No es recomendable para los niños menores de seis años. También es posible probar con trocitos de hielo, atomizadores para el dolor de garganta, pastillas o caramelos duros.
Por otro lado, incorporar líquidos calientes, como sopa de pollo, té o jugo de manzana caliente, es un remedio contra el resfriado que se utiliza en muchas culturas y podría tener un efecto calmante y aliviar la congestión al aumentar el flujo de mucosidad.