Los problemas de visión son una de las afecciones más temidas, pues este sentido es clave en el desarrollo normal de actividades diarias, además que es a través del mismo que las personas reciben gran cantidad de información.
Una de las formas de pérdida de visión es la amaurosis fugaz, que se presenta cuando un individuo no ve de manera temporal por un ojo debido a la ausencia de circulación de sangre a la retina, que es la capa sensible a la luz que se ubica detrás del globo ocular.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que este padecimiento no es una enfermedad en sí misma, pero sí puede ser señal de otros trastornos y puede tener su origen en diversas causas. Una de ellas es cuando un coágulo sanguíneo o un pedazo de placa bloquea una arteria en el ojo.
“El coágulo o la placa usualmente viaja de una arteria más larga, como la arteria carótida en el cuello o una arteria en el corazón, a una en el ojo”, precisa la citada fuente. Estas placas se forman cuando se acumulan grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias.
La amaurosis fugaz también puede presentarse por otros trastornos como la inflamación del nervio óptico, una enfermedad de los vasos sanguíneos llamada poliarteritis nodosa, migrañas, tumor cerebral, lesión en la cabeza, esclerosis múltiple y lupus sistémico eritematoso, una enfermedad en la cual las células del sistema inmunológico atacan los tejidos sanos en el organismo.
El principal síntoma que se genera es la pérdida inesperada de la visión en uno de los ojos. Esta situación puede tener una duración de unos segundos o incluso unos minutos y luego la visión vuelve a la normalidad. Información del portal Oftalvist, de España, indica que los pacientes que han experimentado esta afección cuentan que notan una sombra gris o negra que baja por los ojos.
Tratamiento
La Biblioteca de Medicina de Estados Unidos indica que el tratamiento de la amaurosis fugaz depende de cuál sea su causa. Por ejemplo, cuando se debe a un coágulo sanguíneo o placa, la preocupación es prevenir un accidente cerebrovascular y algunas de las recomendaciones para cumplir con este objetivo es evitar los alimentos grasos y llevar una dieta saludable, baja en grasas; hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar y mantener bajo control la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre.
¿Cómo prevenirla?
Para reducir las posibilidades de tener este tipo de problema existen una serie de aspectos que las personas pueden tener en cuenta.
Información de la Clínica Baviera, de España, en su página web, indica que, por un lado, es necesario adoptar unos hábitos de vida saludables que eviten enfermedades como las mencionadas anteriormente; y, por otro, es fundamental llevar a cabo un control médico de cada una de estas para evitar complicaciones.
De igual forma, es importante vigilar la aparición de signos que podrían estar relacionados con la amaurosis fugaz si existen antecedentes familiares de este padecimiento.
“Aunque existen tratamientos que permiten actuar contra la amaurosis fugaz, uno de los aspectos más importantes al respecto es la prevención. En este sentido, uno de los primeros aspectos que hay que tener en cuenta es evitar el consumo de sustancias como el tabaco o el alcohol, ya que están íntimamente relacionadas con las enfermedades del sistema cardiovascular”, precisa la Clínica Baviera.
Muchos de los factores de riesgo se pueden contrarrestar con una dieta sana y equilibrada, la práctica de ejercicio físico regular y los controles médicos periódicos, sobre todo si se sufre una enfermedad de riesgo o las personas tienen antecedentes familiares.