Lucir una cintura pequeña es una de las obsesiones más recurrentes en las mujeres. Para esto, muchas entrenan diariamente, comen saludable, hacen ejercicios específicos para reducir esa área, se someten a masajes reductores, y en algunos casos optan por intervenciones estéticas, que si no se les presta el debido cuidado postquirúrgico pueden volver a ganar esos centímetros de más o conllevar a problemas estéticos de mayor riesgo.
Por esta razón, es fundamental complementar el objetivo de reducir cintura con las fajas reductoras o moldeadoras. Si bien no existe una fórmula secreta para lograr una cintura delgada, el portal de cuidado personal y bienestar AELPH recomienda su uso durante al menos 8-10 horas o más al día, combinado con una dieta balanceada y un buen régimen de ejercicio para maximizar sus resultados.
Por otro lado, está el famoso “waist training”, “tighlancing” o entrenamiento de cintura, el cual es un método que busca moldear la zona comprendida entre las caderas y la caja torácica con el trabajo de abdominales frontales y oblicuos realzando las curvas naturales del cuerpo femenino y consiguiendo esa anhelada figura de reloj de arena con la ayuda de un corsé o una faja que comprimen el contorno, según el magazín Sevilla ABC.
Sin embargo, la faja o corsé, según las reglas del “waist training”, debe ponerse para practicar deporte. Además, hay que tener en cuenta ciertos aspectos importantes para un adecuado uso.
El primero es que la faja es tan solo un complemento que aumenta los beneficios de seguir una dieta saludable y de practicar ejercicios. Por esta razón, no se debe olvidar la regla de oro para un cuerpo ideal: 70 % alimentación, 30 % ejercicio. Así que las fajas no son milagrosas.
Aquí las horas recomendadas para usarlas por el portal especializado en fajas, LicsyFit:
¿Cuánto tiempo usar la faja?
En el período de adaptación
- Si la idea es usarla diariamente con el solo propósito de lucir más estilizada con la ropa, o apenas están comenzando a utilizarla, es recomendable que se dosifiquen las horas de uso.
- Lo ideal es ponerla todos los días por períodos cortos. Por ejemplo, comenzar por 3 horas al día durante la primera semana e ir subiendo progresivamente el número de horas, hasta que la persona se sienta segura para resistir la faja sin sentir incomodidades.
Para reducir medidas corporales
- En este caso, es muy beneficioso usarla 8 horas al día.
- Si la persona está siguiendo una terapia de masajes manuales o con una aparatología especializada, el uso de la faja coadyuva a que la acción de estos métodos sea más efectiva, según el portal LicsyFit.
Para hacer deportes
- Unas de las partes del cuerpo que todas las mujeres quieren tonificar son los glúteos, la cintura y el abdomen, por eso, se recomienda usar una faja especial para ejercicios que tenga la compresión adecuada.
- Para ejercitarse, las fajas tipo chaleco o de contención son ideales.
- Las fajas confeccionadas en neopreno están especialmente diseñadas para ayudar a aumentar la temperatura corporal y acelerar el proceso de la quema de calorías. (Usar estas fajas mientras se realiza alguna rutina de ejercicios).
En tratamientos postquirúrgicos
- En este caso, es fundamental el uso de la faja para devolver el tejido muscular a su lugar.
- Por ejemplo, después de un embarazo es inevitable la distensión de los músculos del abdomen. Esto puede causar incluso depresión si no se atiende en el debido momento.
- Se recomienda, como previsión, comprar una faja de compresión moderada para que esta haga su efecto, sin ocasionar molestias o incomodidades.
- Se busca que el drenaje de los líquidos propios de las inflamaciones sea correcto, así evitar las posibles fibrosis en la zona de la operación.
- No se debe usar la faja para dormir ni 1 hora, a menos que haya pasado por una intervención quirúrgica y, en este caso, la faja debe ser de compresión suave o moderada.
¿Qué pasa si se usa faja todos los días?
Al usar una faja por mucho tiempo, e incluso irse a dormir con una de ella puesta, hace que el cuerpo reciba menos oxígeno. Por eso, se debe tener mucho cuidado, ya que si se va a la cama con una faja puesta podría causar problemas hasta para respirar. Lo mejor es limitar el tiempo que se va a usar.
Recomendación: antes de usar una faja, consultar con el esteticista o médico tratante para evitar resultados adversos.