El cabello requiere de cuidados especiales para mantenerlo sano. Uno de los factores que se debe tener en cuenta es el lavado, este procedimiento es clave para eliminar la suciedad y las impurezas en el cuero cabelludo.

“La ciencia explica que, con el paso del tiempo tras la ducha, el pelo empieza a engrasarse, a volverse algo más oscuro y brillante. Esto se debe a que el sebo, sustancia generada por glándulas aceitosas denominadas sebáceas, que están en la dermis, cerca de la raíz del pelo, intentan que tu cabello no se seque”, explica Business Insider.

Cada cabello es diferente, con características diversas. Esto implica que el número de días que se puede dejar sin lavar el cabello puede variar en cada persona. Si se tiene cabello rizado, crespo, ondulado, afro o liso, grasoso o no grasoso, entre otras cualidades.

El cabello rizado requiere de cuidados diferentes al liso. | Foto: Abel Mitjà Varela

“Influyen muchos factores como el tipo de piel y cabello que tengas. Por ejemplo, si tienes la piel y el pelo graso, tendrás que lavártelo unas tres o cuatro veces a la semana, según una investigación de la Universidad de Columbia, mientras que si estás más bien en un punto intermedio, con dos días es suficiente”, apunta el portal web.

En ese mismo sentido, la farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmaciay experta en dermocosmética, señaló en el portal web Mundo que el cabello también debe lavarse cuando se sienta la necesidad de hacerlo, debido a la acumulación de suciedad.

La temperatura del agua para lavar el cabello debe ser tibia. | Foto: Getty Images

“El cabello hay que lavarlo siempre que esté sucio. No pasa nada por lavarlo a diario, si se usan productos de cuidado frecuente y adecuados al tipo de cabello. La frecuencia del lavado depende, sobre todo, del tipo de cabello y del cuero cabelludo. Si el cuero cabelludo es graso, se puede lavar a diario, porque dejar la grasa es más perjudicial. En cambio, si el cuero cabelludo es seco o sensible, es preferible espaciar los lavados. Además, la frecuencia de lavado también depende del estilo de vida: después de sudar mucho, tras bañarse en la piscina o en el mar, o si se utilizan productos de fijación, como ceras, gominas, lacas, hay que lavarlo luego siempre”.

Lo ideal es consultar a un dermatólogo para recibir la asesoría profesional adecuada, teniendo en cuenta las características y necesidades individuales de cada tipo de cabello.

Es importante utilizar los productos adecuados para lavar el cabello. | Foto: ©garyjohnnorman

Recomendaciones para cuidar el cabello

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala algunas recomendaciones para evitar ciertos tipos de pérdida de cabello:

-Tratarlo con suavidad: algunas personas cometen el error de peinar su cabello de forma brusca y halándolo con fuerza. Lo aconsejable es utilizar una peinilla que tenga dientes anchos, para evitar los tirones.

-Cuidado con los tratamientos: se debe evitar el uso de tratamientos fuertes como rizadores calientes o permanentes. Para el caso del cepillado y planchado, pueden realizarse moderadamente y aplicando productos que protejan al cabello de alta exposición al calor.

- einados: hay quienes maltratan su cabello al momento de recogerlo con una moña o banda elástica. Se debe moderar el uso de trenzas.

-Medicamentos: consultar al médico si las pastillas o suplementos que se tomen pueden causar pérdida del cabello a largo plazo.

-Protección solar: limitar la exposición del cabello a los rayos solares y a otras fuentes de luz. Protegerlo con gorras, sombreros, etc.

Etapas de crecimiento del cabello

El crecimiento del cabello es un proceso que se desarrolla independiente en cada uno de sus folículos. Según explica Corporación Capilar, “el crecimiento no es sincrónico, no se produce a la vez en todos los folículos. El crecimiento del pelo al mes es de un centímetro aproximadamente y el desarrollo de las fases del ciclo capilar se produce en varias etapas”.

  • Fase anágena: esta es la fase más larga y puede durar entre dos y siete años. En esta parte del proceso es cuando se forma el folículo en la parte inferior y se da el crecimiento de la papila dérmica. “Las células van creciendo y el tallo emergiendo. Al ir subiendo el tallo hacia el exterior, desplaza al pelo que se encuentra en fase telógena (de caída) y el pelo nuevo asoma a la superficie, continuando así con su crecimiento”, detalla el sitio web.
  • Fase catágena: en esta fase se detiene el crecimiento. Aquí la papila se mueve hacia arriba, para preparar el folículo piloso y que luego se caiga.
  • Fase telógena: en este proceso el cabello se cae del cuero cabelludo. Esto se puede observar diariamente al momento de peinarse o cuando las personas se levan el cabello. “Una vez concluida esta fase, comienza de nuevo el ciclo que iniciará la formación de un nuevo pelo”, detalla Corporación capilar.