La naranja tiene vitamina C, folatos, ácidos orgánicos, flavonoides y carotenoides, de acuerdo con el portal de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

“En su composición también cabe destacar que es fuente de ácido ascórbico o vitamina C. (Una naranja de tamaño medio aporta 82 mg de vitamina C, siendo 60 mg la ingesta recomendada al día para este nutriente). También es fuente de folatos, que contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas”, explicó la fundación.

“La vitamina C inhibe la oxidación del llamado “colesterol malo» (LDL) e impide que este se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos, previniendo así la aterosclerosis. Además, en personas con tendencia a trombosis, edemas, varices, etc.: los flavonoides de la naranja refuerzan la pared de los vasos capilares, otorgan una mayor elasticidad a las arterias y, en general, mejoran la circulación venosa, además de prevenir la agregación plaquetaria, aportando un efecto antitrombótico”, indicó el blog de Salud de Mapfre.

Además, reveló que las naranjas aportan carotenoides con actividad provitamínica A (principalmente b-criptoxantina).

Asimismo, la FEN señaló que la fruta cítrica es rica en flavonoides. Los más conocidos son: hesperidina, neoshesperidina, naringina, narirutina, tangeretina y nobiletina.

Sobre la misma línea, las naranjas tienen potasio y Mapfre explica que “este mineral propio de los vegetales es indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico tanto en el interior como en el exterior de la célula. Una de las consecuencias de la pérdida de electrolitos debido a la deshidratación puede ser sufrir calambres, por lo que una dieta rica en vegetales y frutas, legumbres y frutos secos ayudará a obtener el potasio suficiente para prevenir los calambres”.

En lo que se refiere al zumo de naranja, recordar que éste apenas contiene fibra y tiene menores cantidades de vitaminas y minerales que la naranja entera, por lo que se recomienda tomar la fruta entera fresca.

Así las cosas, el portal Cuídate Plus indicó que “la dosis recomendada de zumo de naranja es entre uno y dos vasos por día”, pero se deben acompañar de una alimentación balanceada y saludable.

Adicional, como ya se mencionó es mejor consumir la fruta, pues “al extraer el jugo de la fruta se obtiene agua con azúcar, porque las vitaminas y la fibra permanecen en la fruta. Aun sin añadirle, un vaso de jugo natural tiene diez cucharadas de azúcar, al igual que un refresco y ambos contienen fructosa”, según le explicó el especialista Salomón Jakubowicz, médico investigador en endocrinología y autor del libro Ni una dieta más, al portal Salud 180.

Además, añadió: “Este es el peor de los azúcares, el que más engorda, sube los triglicéridos, ácido úrico y causa diabetes. La fructosa y el alcohol, que también es un azúcar natural, comparten el mismo camino por el hígado, aumentan la grasa del abdomen y causan hígado graso”.

Información nutricional por 100 gramos de naranja fresca

  • Energía: 48 calorías
  • Proteínas: 1,1 g
  • Grasas: 0,2 g
  • Carbohidratos: 8,9 g
  • Fibras: 1,8 g
  • Betacaroteno: 120 mcg
  • Vitamina A: 20 mcg
  • Vitamina B1: 0,09 mg
  • Vitamina B2: 0,05 mg
  • Vitamina B3: 0,7 mg
  • Vitamina B6: 0,1 mg
  • Vitamina C: 57 mg
  • Ácido fólico: 31 mcg
  • Sodio: 4 mg
  • Potasio: 160 mg
  • Calcio: 35 mg
  • Fósforo: 19 mg
  • Magnesio: 11 mg
  • Hierro: 0,2 mg
  • Zinc: 0,1 mg

No obstante, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.