Los edulcorantes son una sustancia utilizada para reemplazar el azúcar de mesa, en bebidas y alimentos. Normalmente, logran endulzar más que el mencionado producto, por lo que se requiere menor cantidad.
El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que los sustitutos del azúcar son seguros para los adultos sanos; sin embargo, es posible que afecten sus decisiones respecto de la comida y las bebidas. Estos ingredientes pueden hacer que las papilas gustativas se acostumbren al dulce y por ello en ocasiones se hace complicado beber suficiente agua, por ejemplo.
De acuerdo con la mencionada institución, los edulcorantes ayudan a algunas personas a disfrutar del dulce sin un exceso en calorías y si se usan con moderación, es posible incluirlos como parte de una dieta saludable.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), algunos edulcorantes están hechos para ser mucho más dulces que el azúcar, por lo que no se requiere usar mucho. Eso significa que estos productos, a diferencia del azúcar, la miel o la melaza, agregan pocas calorías o ninguna a los alimentos y bebidas que saborizan. Además, no suelen aumentar los niveles de azúcar en sangre, indica la mencionada fuente.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tomado decisiones en torno a su consumo y recientemente desaconsejó su uso basándose en los resultados de un par de estudios, que demuestran que su consumo prolongado no es eficaz para bajar de peso, además de que aumenta el riesgo de presentar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y mortalidad en personas adultas.
Los que deberían evitarse
En la lista de productos que la OMS sugiere que no se consuman, pues pueden ocasionar inconvenientes de salud, están los siguientes:
- Acesulfame K
- Aspartame
- Ciclamatos
- Sacarina
Sin embargo, no son los únicos. Entre las recomendaciones también se incluye la sucralosa, así como la stevia y sus derivados. En la sugerencia del organismo multinacional de la salud se integran edulcorantes sintéticos, naturales o que hayan sido modificados, pero que no son clasificados como azúcares.
Un aspecto importante es que esta recomendación no se aplica a personas con diabetes, ni tampoco a productos como pastas de dientes, cremas para la piel o medicamentos, en los que también es posible que hagan presencia.
Las decisiones de la OMS se basaron en un par de estudios franceses sobre edulcorantes sintéticos prospectivos, los cuales fueron publicados en el British Medical Journal y el MedPlus.
Al respecto, el doctor Alfrédo Jacome Roca, internista-endocrinólogo y miembro de la Academia Nacional de Medicina, en una publicación precisamente de esta organización, indica que las personas deben reducir los dulces de su dieta por razones de salud, desde tempranas edades, pero advierte que reemplazar los azúcares refinados por edulcorantes no ofrece beneficios a largo plazo y no ayudan a bajar peso.
Así las cosas y ante la posibilidad de que se presenten efectos negativos, lo mejor, de acuerdo con los expertos, es recurrir al consumo de alimentos naturales y en lo posible sin aditivos que pueden alterar su composición o la forma como los asimila el organismo.
Referencias:
La OMS desaconseja el uso de edulcorantes para controlar el peso.
Los edulcorantes artificiales no son inocuos, la OMS desaconseja su uso.
Edulcorantes artificiales y otros sustitutos del azúcar.