El consumo excesivo de azúcar puede derivar en diversas complicaciones de salud. Muchas de las afecciones que las personas afrontan son generadas por niveles elevados de esta sustancia en su cuerpo. Si bien el organismo requiere de determinada cantidad de azúcar para funcionar de manera óptima, su ingesta debe ser mesurada y lo ideal es que provenga de alimentación saludable.
La Organización Mundial de la Salud indica que tanto para los adultos como para los niños, el consumo de azúcares libres (procesados) se debería reducir a menos del 10 % de la ingesta calórica total. Una disminución por debajo del 5 % de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para el cuerpo.
Un 10 % de la ingesta calórica total significa que si la persona ingiere diariamente unas 2.000 calorías, la ingesta de azúcares libres debería ser como máximo de 50 gramos al día, precisa el mencionado organismo.
El alto consumo de alimentos con azúcares añadidos puede generar problemáticas de salud como el aumento de peso y de la presión arterial, por ejemplo. Normalmente, el cuerpo absorbe rápidamente estos azúcares, generando un incremento de la glucosa en la sangre y liberando insulina en cantidades importantes, lo que estimula el almacenamiento de grasas. Cuando esto ocurre se está dando paso a que se presente hipertensión.
Estas son algunas de las enfermedades que pueden generarse por el consumo elevado de azúcar.
Obesidad
Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourth, asegura que hay estudios que han comprobado que las comidas ricas en azúcares contienen demasiadas calorías y son desencadenantes de sobrepeso y obesidad. Como se trata de azúcares refinados, hechos bajo proceso industrial, al llegar de forma excesiva al organismo no se transforma en energía, sino que se almacena en forma de grasa.
Precisamente, por esta razón una de las primeras recomendaciones de los expertos en nutrición es que si las personas quieren conservar un peso saludable o incluso perder kilos de más, lo primero que deben hacer es dejar de lado los alimentos que contienen esta sustancia. Sin embargo, es importante tener claro que este padecimiento no se genera solo por este factor, sino que en su desarrollo pueden intervenir muchas razones.
Diabetes
Esta es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no produce suficiente insulina (hormona que regula los niveles de azúcar en sangre) o cuando el organismo no aprovecha eficazmente la que produce. El consumo elevado de azúcar y de alimentos que la contengan lleva a un aumento de las concentraciones de glucosa e insulina en la sangre, lo que podría agotar más rápidamente las reservas de insulina del páncreas y desencadenar diabetes, precisa una publicación del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay.
Al respecto señala que las personas con antecedentes familiares de diabetes, con sobrepeso u obesidad, que no realizan actividad física de manera regular y que tienen otros hábitos poco saludables presentan mayor predisposición a padecer de diabetes.
Caries
Según Mejor con Salud, muchas de las bacterias que habitan en las cavidades dentales se alimentan de azúcares, por lo que la acumulación de esta sustancia genera graves daños en el esmalte dental.
Carole Palmer, profesora de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad Tufts (EE.UU.) explica en una publicación del periódico The New York Times, que la ingesta de azúcares es causa de muchas de las infecciones que se presentan en la boca.
Enfermedades cardíacas
El consumo de alimentos con alto contenido glicémico (azúcar) se asocia a un aumento de los niveles de triglicéridos, de la grasa visceral, aumento de la resistencia a la insulina y de la presión arterial, y disminución del colesterol HDL, considerado como bueno.
Estas alteraciones están relacionadas con el aumento del aterosclerosis, afecciones del corazón y las arterias. Según el instituto de investigación Mayo Clinic, la ateroesclerosis es la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y en sus paredes, a lo que se le conoce como placa, la cual puede provocar el estrechamiento de las arterias y el bloqueo del flujo sanguíneo.
Mejor con Salud refiere un estudio realizado por Diana I. Jalal de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, el cual sugiere que comer 74 gramos azúcar al día incrementa el riesgo de sufrir hipertensión arterial.