Bajar de peso es un proceso que no surge de la noche a la mañana y que se da en diferentes tiempos en cada paciente, hay personas a las que les es más fácil reducir esos kilos de más y hay otras a las que les toma más tiempo.
Hoy en día es frecuente encontrar recetas y remedios milagrosos en internet, sin embargo, varios de ellos podrían poner en riesgo la salud del paciente. Por eso, este proceso es mejor hacerlo en compañía de profesionales en el tema.
Lo primero por hacer es acudir con un profesional de la salud en donde confirme la razón detrás del aumento de peso, es decir, si hay una enfermedad que puede estar generando esto como síntoma o si la razón principal es una mala alimentación y el sedentarismo.
Luego de esto, es pertinente acudir con un nutricionista para que diseñe un plan de alimentación acorde a la edad, las condiciones nutricionales y el peso que debe reducir cada persona. Para alcanzar el objetivo, y que perdure con el tiempo, es crucial acompañar la alimentación con deporte o actividad física frecuente.
El portal de entrenamiento y cuidado personal Men’shealth menciona los hábitos que más se llevan a cabo y que son un impedimento para poder reducir esos molestos kilos de más, pese a los esfuerzos.
- Desayunar hidratos de carbono: en el desayuno es frecuente abusar del pan blanco, de las galletas y de la repostería cuando se le debería dar prioridad a la proteína en su justa medida y a la fibra presente en las verduras y frutas. Para tener un buen desayuno es fundamental que haya una proteína, un energético de origen natural y una porción de fruta.
- Comer cinco veces al día: el número de veces que debe comer una persona variará dependiendo de múltiples factores, por eso a la hora de diseñar una dieta se debe hacer de manera personal y no replicando planes nutricionales de otras personas o que se encuentran en internet. “Es importante no dejarse llevar por la pauta social de comer cinco veces al día, ya que depende totalmente de la persona y sus circunstancias. La ingesta de alimentos ha de adecuarse a los horarios, la constitución, el estado de salud y las necesidades de cada individuo. De lo contrario, puede llevar a estrés e incluso a un sobreesfuerzo del sistema digestivo”, explicó Alejandro Cánovas, nutricionista consultado por el medio antes mencionado.
- Cenar solo fruta: algunos pacientes solo consumen fruta en la última comida del día y esto puede hacer que las propiedades nutricionales que se requieren a esa hora no sean suplidas, por eso es crucial buscar ayuda individual para cada caso. Aunque a esta hora no se debe consumir una cantidad desmedida de alimentos si se necesitan de otros nutrientes. Cabe mencionar que la hora de comer también es importante y es ideal hacerlo, como mínimo, dos horas antes de ir a dormir. “Mucha gente cree que consumiendo solo fruta por las noches bajará de peso, pero no es cierto. Por mucho que reduzcas las calorías, puede implicar que te levantes al día siguiente con más hambre, llevándote de manera contraproducente a desayunar el doble o a hacerlo con ansia”, enfatiza el nutricionista.
- Ayunar: para bajar de peso no hay que aguantar hambre, ya que el cuerpo requiere de una cantidad de nutrientes a diario, simplemente deben ser los ideales y en las porciones pertinentes según las necesidades de cada paciente. “Este es un error muy común, considerar que el ayuno intermitente consiste en prescindir de calorías de la dieta en vez de redistribuirlas. Para hacerlo hay que tener en cuenta la actividad física y el contexto de cada persona. No sirve de nada ayunar sin meter ejercicio y a la hora de romper esa abstención (normalmente, durante el desayuno), debe ser mediante una comida completa, con el aporte calórico adecuado y alimentos saludables”, señaló.