No todas las pieles son iguales. Primero, a lo largo de la vida, cada persona va guardando el recuerdo de ciertas experiencias, afecciones y del paso natural de los años en la piel, y ninguna cicatriz es igual.
Además, en segundo lugar, los tipos de piel se pueden diferenciar en varios tipos, según sus características. Hay quienes enlistan hasta seis clases de piel, otros enumeran solo cuatro, pero coinciden en algunos: seca, grasa, mixta y normal.
Piel seca
Según explica un artículo de la Clínica Menorca, la piel seca tiene una apariencia opaca, triste y quebradiza, provocada principalmente por una falta de hidratación. Las personas que tienen este tipo de piel son más susceptibles de presentar irritaciones y manchas, porque la piel no goza de mucha elasticidad.
“Este tipo de piel produce menos sebo que la piel normal y como consecuencia carece de los lípidos que retienen la humedad y que forman una capa protectora”, añade el portal Psicología y Mente.
Se debe decir que todas las personas pueden tener piel seca en algún momento de la vida, sobre todo durante el envejecimiento y cuando no se tiene una rutina adecuada de cuidado. Los dermatólogos indican que la piel puede ser seca, muy seca o extremadamente seca.
Piel grasa
Contrario a la piel seca, esta clase se caracteriza por una alta producción de sebo, lo que le da una apariencia oleosa y en ocasiones con tendencia al acné en varias partes del cuerpo, no solo en el rostro.
Según explican los expertos del portal Cuídate Plus, las personas que tienen este tipo de piel suelen presentar puntos negros, espinillas y poros grandes. Por esa razón, se debe procurar tener una rutina de cuidado que incluya exfoliaciones y limpiezas profundas, para evitar la acumulación de suciedad en la piel.
La piel grasa puede deberse a diversas razones, por lo que se aconseja acudir a los profesionales de salud para identificar la causa que origina la grasa y conocer el tratamiento idóneo.
Piel mixta
Teniendo claro cuáles son los tipos de piel grasa y seca, es más fácil explicar en qué consiste la piel mixta. Como detalla la Clínica Menorca, las personas con esta clase de piel tienen característica de los anteriores tipos.
Esto lo que quiere decir es que mientras unas zonas son más grasas, como el área T (frente y nariz), otras pueden ser secas o estar deshidratadas como las mejillas. También puede ser que la piel de ciertas partes sea normal, con una producción regular de sebo.
Al momento de elegir los productos de cosméticos o de cuidado se debe optar por aquellos específicos para ese tipo de piel. Esto porque: primero, los productos para piel grasa pueden generar resequedad en las zonas normales, mientras que las opciones para piel seca pueden aumentar la producción de grasa.
El tipo menos común
Es curioso que el tipo de piel menos común es la que la mayoría de las personas tienen al nacer y es la piel normal. Así lo explica el portal Psicología y Mente en un artículo, en el que menciona que esta clase se caracteriza por tener una producción moderada de seco, por lo que no tiene tendencia ni a la resequedad ni al exceso de grasa.
Entre otras cualidades, esta piel tiene una apariencia suave y firme, sin puntos negros o espinilla, pero además con buen estado de salud. Prácticamente, es la piel con la que se ‘viene al mundo’.
Normalmente, los bebés y los niños tienen este tipo de piel, pero conforme pasan los años va cambiando de acuerdo con los procesos que suceden en el cuerpo durante el crecimiento, pero además con el cuidado que se tenga a lo largo de la vida.
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