Recientemente, un grupo de científicos dio a conocer un estudio en el cual analizaron los daños reales que representan las bebidas azucaradas. El resultado fue impactante, en especial por el hallazgo en relación al daño en el hígado.
El estudio ‘Bebidas azucaradas y endulzadas artificialmente y el riesgo de cáncer de hígado y mortalidad por enfermedad hepática crónica’ efectuado en más de 90 mil mujeres posmenopáusicas, descubrió que las que consumían al menos una bebida azucarada al día se enfrentaban a un riesgo 78 % mayor de desarrollar cáncer de hígado, en comparación con las personas que consumían menos de tres raciones al mes de este tipo de bebidas.
Uno de los autores principales del estudio y doctor de la Universidad de Carolina del Sur, afirmó lo siguiente: “Nuestros resultados sugieren que el consumo de bebidas azucaradas es un factor de riesgo potencialmente modificable para el cáncer de hígado. Si se confirman nuestros hallazgos, reducir el consumo de bebidas azucaradas podría servir como estrategia de salud pública para reducir la carga de cáncer de hígado”.
Los expertos indicaron que, a nivel general, sustituir las bebidas azucaradas por agua o café no azucarado reduce significativamente el riesgo de padecer cáncer de hígado, debido a que comprobaron que esta clase de sustancias generan daños irreparables a nivel extremo en el hígado, generando que tengan incidencia en el desarrollo de cáncer de hígado o enfermedades hepáticas mortales.
“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que informa una asociación entre la ingesta de bebidas azucaradas y la mortalidad por enfermedad hepática crónica”, afirmó Zhao. Para dar con estos resultados, los investigadores tomaron como referencia la importancia del hígado, dado que es el órgano responsable de limpiar el organismo de las impurezas provenientes de los desechos.
Si bien otros alimentos generan de la misma forma el efecto negativo, la investigación hizo énfasis en el daño ocasionado por las bebidas azucaradas. Estas sustancias son las que generalmente tienen azúcares añadidos, es decir los que se agregan durante el procesamiento de los alimentos, como ocurre con las gaseosas.
Con base a ello, los investigadores señalaron que el consumo frecuente en las participantes del estudio aumentó la probabilidad de desarrollar cáncer de hígado, haciendo así que la mortalidad por enfermedades hepáticas se incremente; en especial las condiciones de fibrosis, cirrosis o hepatitis crónica.
La incidencia de cáncer de hígado aumentó considerablemente tras analizar los resultados del informe. Al igual que el alcohol y diabetes, las bebidas azucaradas terminan ocasionando el mismo daño irreparable. Aproximadamente el 40 % de los casos de cáncer de hígado responden a este consumo, mezclado con otros hábitos dañinos.
El consumo habitual de bebidas azucaradas, como las gaseosas y las bebidas de frutas, se ha relacionado con diversos problemas de salud. Si bien la ingesta a nivel global se ha bajado, continúa siendo un riesgo para el bienestar de los humanos.
Con respecto a los participantes, el 7 % declaró consumir raciones de 350 mililitros de estas bebidas al día, lo cual generó que 205 de las mujeres tuvieran incidencia para desarrollar cáncer de hígado. Además, el 78% del total de la muestra también aumento la probabilidad de padecer estas complicaciones, por el hecho de que consumían mayores cantidades que los 350 mililitros.
Los expertos afirman que, si bien se necesitarían más estudios para determinar los factores y mecanismos que subyacen a esta relación, afirmaron que un mayor consumo de bebidas azucaradas podría aumentar el riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2, que son a su vez factores de riesgo de cáncer de hígado.