El corazón es un órgano del tamaño aproximado de un puño, está compuesto de tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Por ello, es importante cuidarlo, pero hay alimentos que podrían afectar este órgano como, por ejemplo, el consumo excesivo de azúcar.
De hecho, el portal Urgente 24 citó un estudio de la Universidad de Harvard que concluye que “demasiada azúcar añadida puede ser una de las mayores amenazas para las enfermedades cardiovasculares”.
Además, el profesor de nutrición en Harvard TH. Escuela Chan de Salud Pública, Frank Hu, dijo que “los efectos de la ingesta de azúcar adicional (presión arterial más alta, inflamación, aumento de peso, diabetes y enfermedad del hígado) están relacionados con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular”.
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere consumir menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas), en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total.
Adicional, según Medline Plus, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda limitar la cantidad de azúcares agregados en la alimentación y la recomendación se extiende a todos los tipos de azúcares agregados.
- Las mujeres no deben obtener más de 100 calorías por día provenientes del azúcar agregado (aproximadamente seis cucharaditas o 25 gramos de azúcar).
- Los hombres no deben obtener más de 150 calorías por día provenientes del azúcar agregado (aproximadamente nueve cucharaditas o 36 gramos de azúcar).
Por su parte, para proteger el corazón se deben tener en cuenta otras recomendaciones como:
1. Realiza actividad física: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
No obstante, al momento de hacer ejercicio, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacerlo y los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios, pero lo importante es cumplir con los objetivos diarios.
2. Tener una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
3. Controlar la presión arterial: La presión arterial normal para adultos se define como una presión sistólica de menos de 120 y una presión diastólica de menos de 80.
4. No fumar. El hacerlo aumenta el riesgo de morir de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares), que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
5. Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites aconsejados.
- Colesterol total: 125 a 200 mg/dL.
- No-HDL: Menos de 130 mg/dL
- LDL: Menos de 100 mg/dL
- HDL: 50 mg/dL o mayor
6. Tener un peso saludable.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.