El estrés es la respuesta del cuerpo y el cerebro cuando enfrenta una situación que representa un desafío y este no se sabe controlar. A partir de allí libera hormonas que causan una alerta y, por ende, un comportamiento, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.
Este estado se manifiesta en una primera fase de activación, en donde se debe enfrentar un estímulo difícil de manejar; después, hay un periodo de mantenimiento del estado de alta actividad y, por último, cuando se ha superado la situación, se pasa a una fase de agotamiento.
Por lo general, este tipo de situaciones ocasionan fuertes dolores de cabeza, mala memoria, diarrea, falta de energía, cambios en la conducta, ansiedad, depresión, cambios en el peso y rigidez en la mandíbula y el cuello.
Asimismo, el estrés físico o emocional puede causar la caída de la mitad hasta tres cuartos del cabello en el cuero cabelludo y este tipo de pérdida de cabello se denomina efluvio telógeno. Sin embargo, es posible que no se note esto durante semanas a meses después del episodio de estrés y la muda de cabello disminuirá durante seis a ocho meses.
En ese sentido, existen tres tipos de caída del pelo que pueden asociarse a niveles elevados de estrés, según detalla Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
- Efluvio telógeno: en este caso un estrés importante provoca que bastantes folículos pilosos pasen a una fase de reposo. En unos meses, los pelos afectados pueden caerse repentinamente con solo peinarse o lavarse el pelo.
- Tricotilomanía: es una necesidad irresistible y recurrente de arrancarte el cabello del cuero cabelludo, de las cejas o de otras zonas del cuerpo, aunque intentes detenerte. Jalarse el pelo puede ser una forma de afrontar sentimientos negativos o incómodos, como el estrés, la tensión, la soledad, el aburrimiento o la frustración.
- Alopecia areata: se cree que hay una serie de factores que causan la alopecia areata, como el estrés grave. En la alopecia areata, el sistema inmunitario del organismo ataca los folículos pilosos, lo que provoca la caída del cabello.
No obstante, la pérdida repentina del cabello también puede ser signo de una enfermedad subyacente que puede requerir tratamiento médico, por lo cual se hará necesario seguir opciones para superar la caída del pelo.
Para evitar la caída de cabello existen diferentes vitaminas que ayudan como la tiamina o la vitamina B1, la vitamina B2 o riboflavina, la vitamina B3 o niacina, la vitamina B5 o ácido pantoténico, la vitamina B6 o también conocida como piridoxina, la vitamina B7 o biotina, la vitamina B9 o ácido fólico, o la B12 o cobalamina.
Consejos para cuidar el cabello
- Ser amable con el cabello y usar un desenredante y evitar tirones al cepillar y peinar el cabello, especialmente si está mojado. Con un peine de dientes anchos se podrían evitar los tirones del cabello.
- Evitar los tratamientos fuertes, como los rizadores calientes, las planchas para el cabello, los tratamientos con aceite caliente y las permanentes.
- Limitar la tensión en el cabello de los estilos en los que se usan bandas elásticas, hebillas y trenzas.
- Dejar de fumar, ya que en algunos estudios se ha demostrado una relación entre el tabaquismo y la calvicie entre los hombres.