La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el número de personas con demencia está aumentando rápidamente. De hecho, esta enfermedad es considerada como una epidemia, debido a la velocidad con la que han aumentado los diagnósticos en los últimos años.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, con un 60 a 70 por ciento de los casos reportados a nivel mundial. Igualmente, esta enfermedad, que es de tipo progresivo, implica la pérdida de memoria, así como el deterioro de otras funciones cognitivas.

Actualmente, no hay un medicamento para tratar o prevenir el Alzheimer, sin embargo, es fundamental identificar las primeras señales de alerta para poder diagnosticar la enfermedad, empezar a hacerle seguimiento desde sus inicios y lograr que el proceso sea lo más estable posible.

El doctor Robinson Cuadros, representante de la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría ACGG, afirma que contrario a lo que se piensa, “no es normal perder la memoria con los años y toda queja de pérdida de memoria se debe consultar a tiempo. La enfermedad se puede identificar con los primeros síntomas, que son los olvidos”.

Esto lleva a que en la mayoría de los casos las personas empiecen a consultar cuando ya han pasado de tres a cinco años de evolución. Si bien el Alzheimer es considerado a nivel mundial una epidemia, actualmente la demencia afecta alrededor de 50 millones de habitantes y en 2018 le costó al mundo más de mil millones de dólares.

El mejor tratamiento, afirma el doctor Cuadros, es contar con un buen cuidador que entienda la enfermedad y cómo responder a ella.

“La pérdida de memoria, desorientación y cambios en comportamiento son síntomas habituales del Alzheimer, por lo que contar con un cuidador que brinde orientación y acompañamiento es fundamental”, asegura el doctor.

Señales de alerta de estar padeciendo la enfermedad

En este sentido, brinda estas señales de alerta que podrían indicar la presencia de la enfermedad:

  • Hacer la misma pregunta repetidamente.
  • Pérdida del hilo en la conversación y dificultad para expresarse con palabras.
  • Incapacidad para llevar a cabo tareas cotidianas.
  • No recordar los sucesos recientes.
  • No recordar dónde se guardan las cosas, o poner objetos en lugares inadecuados.
  • Dificultades para manejar el dinero.
  • Cambios repentinos en el ánimo (Irritabilidad, depresión, apatía).
  • Cambios repentinos de comportamiento (delirios, ansiedad, alucinaciones).
  • Perder el interés por el arreglo personal, fallas en el vestir o en el comer.
  • Desorientación en tiempo o lugar.

Recomendaciones

Ahora bien, cuando habla de recomendaciones para esta condición lo ideal según los expertos es:

  • Establecer una rutina diaria en la que se programen tareas, como bañarse o las citas médicas. Permitiendo un poco de flexibilidad para actividades espontáneas o días particularmente difíciles.
  • Anticiparse y tomar tiempo para desarrollar actividades, ya que algunas tareas pueden tomar más tiempo del que solían tomar.
  • Las personas con demencia suelen entender las cosas por partes, por lo cual es importante ser claros con ello e ir paso a paso.
  • Evitar siestas prolongadas durante el día. Esto puede minimizar el riesgo de que se reviertan los días y las noches.
  • Minimizar las distracciones a la hora de comer y durante las conversaciones para que la persona con demencia pueda concentrarse más fácilmente.

Con el seguimiento de estos consejos y recomendaciones, cuidadores y familiares pueden apoyar a las personas que padecen esta enfermedad a sentirse protegidos en medio de las crisis de desorientación y pérdida de la memoria.