La disminución de restricciones por la pandemia en el turismo y otros sectores en el país ha impulsado el contacto de las personas con el exterior, lo que hace indispensable el uso de productos para el cuidado de la piel como protectores solares al momento de exponerse a otros ambientes, sobre todo en épocas de vacaciones donde las personas eligen destinos con mar luego de haber pasado tanto tiempo encerrados.

Por esa razón es fundamental tener en cuenta el tipo de producto que se usa sobre la piel para protegerla del sol, y la forma en la que se utiliza, al igual que el impacto que este mismo tenga sobre el medio ambiente, dado que muchas cremas solares se denominan contaminadores emergentes, teniendo en cuenta que algunas llegan al mar a penas la persona entra al agua.

“La industria química viene trabajando en aspectos que precisamente permite que el consumidor final pueda acceder a un protector que no solo proteja de manera efectiva y saludable la piel del sol, sino también sea responsable con el medio ambiente. Nosotros en BASF desarrollamos el EcoSun Pass para evaluar el impacto ambiental de los filtros UV utilizados en las fórmulas de protección solar”, comenta Marine Belthé, directora nacional de marketing de cuidado personal de BASF.

Esta metodología, que el pasado mes de octubre recibió el Premio Pierre Potier, creado en 2006 por el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria francés, en la categoría de procesos o sistemas respetuosos con el medio ambiente, respalda la evaluación transparente y holística de los filtros UV basada en criterios reconocidos internacionalmente y proporciona una evaluación ambiental integral de todo el sistema de filtros en un producto de protección solar.

Es el primer sistema transparente y científicamente sólido de su tipo, basa su valor en ocho parámetros diferentes, a saber, toxicidad acuática, aguda y crónica, bioacumulación y biodegradación, LogPow, toxicidad terrestre, sedimentaria y posible efecto de alteración endocrina, integrando además el Sun Protection Simulator, que permite a los productores evaluar sus protectores solares en función de todos los factores ambientales relevantes, además del rendimiento UV, y permite comercializar un producto de consumo más ecológico.

De acuerdo con lo establecido en dicho proceso, existen algunos criterios a tener en cuenta cuando de escoger el protector y hacer un uso adecuado del mismo, son:

  • Factor de protección: cuanto mayor sea el factor de protección solar, mayores serán las posibilidades de estar protegido adecuadamente. Se recomienda usar al menos SPF 30.
  • Uso adecuado: los protectores solares comienzan a hacer efecto inmediatamente después de la aplicación, pero es importante aplicar la cantidad adecuada del producto. Por ejemplo, para la cara es el equivalente a una cucharadita.
  • En la playa o la piscina: en lugares en los que la exposición es más directa y durante un período más largo, es clave realizar una nueva aplicación, porque se pierde protección por el sudor o después de un baño.
  • Entornos cerrados: el uso de la foto protector es importante incluso en interiores. En estos lugares se está expuesto, además de los rayos UVA que pasan a través de la ventana y continúan actuando sobre la piel, a fuentes de luz azul que emiten radiaciones que contribuyen al fotoenvejecimiento.