La medicina natural y tradicional se ha convertido en una alternativa prevenir y tratar enfermedades y para ellos se recurre, en algunos casos, a plantas y otros productos con el objetivo de preservar la salud.
En esa búsqueda, la cúrcuma, una planta con flores de la familia del jengibre, se ha convertido en una alternativa gracias a sus propiedades medicinales y antiinflamatorias, esto debido a que contiene curcumina que es un pigmento amarillo.
Se trata de un polifenol, una sustancia que se encuentra en muchas plantas y le da su color a algunas flores, frutas y vegetales, con el que no solo se obtiene esos beneficios, sino que contribuye a aumentar la cantidad de antioxidantes que produce el organismo.
Los expertos han señalado que la curcumina y los curcuminoides que se encuentran en la cúrcuma pueden ser extraídos para producir suplementos que tienen una potencia mucho mayor que la propia planta.
Debido a que la curcumina, en algunos casos, se absorbe mal durante la digestión, se han creado una gran cantidad de formulaciones diferentes para mejorar su biodisponibilidad, de manera que se puedan aprovechar mejor las propiedades.
Se ha determinado que hay algunas sustancias como la piperina (un compuesto químico orgánico que se encuentra de forma natural en la pimienta negra), que aumentan la biodisponibilidad de esta especie, es decir, ayudan al organismo a absorberla y a que el organismo se beneficie de sus efectos positivos.
Teniendo en cuenta eso, el consumo de cúrcuma trae varios beneficios como la reducción de los marcadores de la inflamación.
En este caso, bloquea uno de los factores metabólicos que causan inflamaciones y genera efectos positivos en el tratamiento de enfermedades como la osteoartritis, que es una patología asociada a la inflamación, que degrada el cartílago de las articulaciones debido principalmente al envejecimiento o el sobrepeso.
Estudios científicos han demostrado que un tratamiento de un gramo diario de curcumina, de 8 a 12 semanas, permite la reducción de los síntomas de esta enfermedad, ya que tiene un efecto similar al ibuprofeno.
Incluso, los estudios han permitido determinar que también tiene efectos beneficiosos en personas sin ninguna dolencia diagnosticada, a manera de prevención, teniendo en cuenta que las inflamaciones pueden llevar al desarrollo de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, epilepsia o cáncer.
Igualmente, contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, la glucosa en sangre y la presión arterial. En relación con esto, la curcumina mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la generación de tejido adiposo o grasa y disminuye la presión arterial elevada.
Otras evidencias han demostrado que en personas mayores a los sesenta años mejora el estado de ánimo, atención y resultados en la realización de actividades de memoria en comparación con el placebo.
Incluso, un estudio y según realizado en adultos con obesidad, a los que se les suplementó con curcumina, se observó que este compuesto tenía un potencial efecto contra la ansiedad.
Esta sustancia, además, tiene efectos positivos en personas sin ninguna enfermedad diagnosticada, permitiendo por ejemplo el aumento del rendimiento físico, la concentración y la disminución del estrés. Contribuyen además a:
- Aumentar los niveles de antioxidantes endógenos en el cuerpo.
- Mantener la salud del hígado y los pulmones.
- Evitar la acumulación de grasas y facilitar su eliminación.
- Mantener la eficacia del sistema inmune y la resistencia contra alergias.
- Mitiga el dolor muscular después del ejercicio físico y mejora la recuperación y rendimiento en personas activas.
Consideraciones a tener en cuenta
La curcumina, debido a que se puede extraer de la cúrcuma, se puede tomar de manera liposomada, es decir, que es un medicamento que contiene el fármaco activo en forma de partículas diminutas semejantes a la grasa.
De esta manera, el cuerpo absorbe el medicamento con más facilidad y permite que una cantidad mayor de este llegue al área donde se quiere enviar, como por ejemplo un tumor.
Se trata entonces de un complemento a una dieta sana y equilibrada, por lo que los especialistas recomiendan que su consumo se debe hacer en el marco de una alimentación saludable.
En el caso de que una persona tome algún medicamento, se aconseja que el consumo de la curcumina, en cualquiera de sus formas, como la planta de cúrcuma o de manera liposomada, se consulte previamente con un médico.
Finalmente, se ha señalado que incluir una pequeña cantidad (media cucharadita de café) diaria con piperina, en ensaladas, zumos, sopas o infusiones, o consumirla en cápsulas de curcumina liposomal puede generar beneficios para el organismo, en personas con alguna enfermedad previa o sin ella.