1. Su cuadro Salvator Mundi

Se convirtió en 2017 en la obra más cara de la historia al alcanzar el precio de 450 millones de dólares (1,5 billones de pesos) en la casa de subastas Christie’s de Nueva York. La compró el príncipe Badr bin Abdullah de Arabia Saudita. La pintura estaba perdida, pero en 2011 la redescubrieron, restauraron y exhibieron en la National Gallery de Londres. Hoy es una de las 20 obras atribuidas a este genio. Pero la rodea el misterio de si realmente se trata de una creación de Leonardo, como dicen unos, o la elaboraron discípulos de su taller, como aseguran otros. El misterio continuará, pues su nuevo dueño la tiene en un lugar desconocido. 2. Da Vinci, superestrella

Leonardo sigue despertando tantos admiradores como detractores en el siglo XXI. La prueba es que desde su muerte, ha inspirado más de una decena de libros, películas y series. La más famosa es la novela de misterio El código Da Vinci, de Dan Brown. Cuando salió por primera vez, duró 18 semanas en la lista de los más vendidos del diario The New York Times. Vendió 80 millones de ejemplares y fue traducida a 44 idiomas. Pero cuando llegó a la gran pantalla en 2006, alcanzó su mayor éxito al recaudar más de 200 millones de dólares y convertirse en la segunda película más taquillera de la historia, después de Star Wars. Aun así, los críticos la calificaron de “porquería” y fue retirada abruptamente de las pantallas en países como China, Egipto y Pakistán por las protestas que generó entre los católicos al presentar una teoría de conspiración relacionada con el santo grial y al papel de María Magdalena. 3. El rostro de Leonardo

Muchos describen a Da Vinci como un hombre de cabello rizado, corpulento y de gran belleza, pero en realidad existen pocos retratos de él. La mayoría afirma que la Tavola Lucana es su único autorretrato, pero una historia menos conocida, que sostienen varios de sus biógrafos, es que la escultura de David con la cabeza de Goliat a sus pies, hecha por Verrocchio entre 1473 y 1475, está basada en la imagen del joven artista. Según Isaacson, es muy probable que Da Vinci haya posado para él, pues tanto la edad como el rostro de ese David se asemejan mucho a él: la nariz, barbilla firme, mejillas y labios delicados que muchos le atribuyen. Además, es similar a un dibujo que Leonardo hizo en uno de sus manuscritos y a un boceto de la misma escultura hecho por otro discípulo. De acuerdo a los historiadores, así habría lucido el genio a los 14 años. 4. ¿Quién era?

Se sabe poco sobre quién era. Sus biógrafos han ido descubriendo que además de sus dotes “sobrenaturales”, como decía Giorgio Vasari, tenía una gran capacidad de encantar. Pero otros también dan fe de que era una persona oscura y angustiada. “Si hubiera sido un estudiante de la época, podrían haberle recetado medicamentos para aliviar sus cambios de humor y déficit de atención”, apunta Isaacson. Además era homosexual y lo manifestó abiertamente. Incluso Freud, al psicoanalizar sus manuscritos, argumentó que reprimía su homosexualidad y la liberaba en sus obras. Fue muy reservado con sus relaciones íntimas, pero mantuvo amoríos con algunos aprendices que acogió en su taller. Así lo representan en la serie Los demonios de Da Vinci. 5. Ocho millones de visitas Recibe anualmente La Mona Lisa. Aunque el Museo de Louvre registra 10 millones de visitantes al año, se estima que un 80 por ciento acude allí para ver el famoso cuadro renacentista.