La enfermedad renal terminal es la última etapa de la enfermedad renal crónica. En esta afección se pierde gradualmente la función renal. Cuando llega a esta etapa avanzada, los riñones ya no trabajan según lo que necesita el cuerpo.
Los riñones son muy importantes para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano, pues están encargados de desechar y filtrar el exceso de líquidos que hay en la sangre. Si ocurre una acumulación de sustancias, se pueden acumular desechos en el organismo, lo cual no es bueno. Es fundamental seguir las recomendaciones del médico en caso de tener enfermedad renal para evitar que llegue a una etapa terminal.
Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada la práctica clínica, la educación y la investigación, dependiendo del avance de la enfermedad, puede que la persona que la padece no tenga síntomas. Luego, van a apareciendo. Estos incluyen:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Pérdida de apetito.
- Fatiga y debilidad.
- Cambio en la cantidad de orina.
- Dolor de pecho si se acumula líquido en el revestimiento del corazón.
- Falta de aire si se acumula líquido en los pulmones.
- Hinchazón de pies y tobillos.
- Presión arterial alta (hipertensión) que es difícil de controlar.
- Dolores de cabeza.
- Dificultad para dormir.
- Disminución de la agudeza mental.
- Sacudidas y calambres musculares.
- Picazón constante.
- Sabor metálico en la boca.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica que también se pueden presentar los siguientes síntomas:
- Piel anormalmente clara u oscura.
- Cambios en las uñas.
- Somnolencia y confusión.
- Problemas para concentrarse o pensar.
- Entumecimiento en las manos, los pies u otras zonas.
- Fasciculaciones musculares o calambres.
- Mal aliento.
- Susceptibilidad a hematomas, sangrados nasales o sangre en las heces.
- Sed excesiva.
- Hipo frecuente.
- Problemas con la actividad sexual.
- Cesación de los periodos menstruales (amenorrea).
- Problemas de sueño.
- Hinchazón de pies y manos (edema).
- Vómitos, con frecuencia en la mañana.
El trasplante de riñón y la diálisis son las opciones que tiene una persona con daño irreparable en los riñones para vivir un poco más de tiempo. En caso de no querer ninguna de las dos alternativas, se pueden elegir cuidados paliativos, los cuales consisten en aliviar los síntomas y sentirse mejor (pero no ayuda a vivir más años).
“Sin diálisis o un trasplante, la insuficiencia renal avanza y, finalmente, provoca la muerte. La muerte puede ocurrir rápidamente o luego de meses o años. Los cuidados médicos de apoyo podrían incluir el control de los síntomas, medidas para mantenerte cómodo y la planificación del final de la vida”, explicó Mayo Clinic.
Dolor en los riñones
El dolor renal puede ser provocado por una enfermedad o una lesión en uno o ambos riñones. Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los síntomas de este tipo de molestia son “un dolor sordo, de un solo lado, en la parte superior del abdomen, la espalda o el costado del cuerpo. Pero el dolor en estas zonas no suele estar relacionado con los riñones”.
Generalmente, el dolor renal suele afectar un solo riñón. Esta afección puede verse acompañada de fiebre y síntomas urinarios, explica la entidad sin ánimo de lucro.
En algunas ocasiones, las personas pueden confundir el dolor renal con un dolor de espalda. Según aclara el doctor Gabriel Lapman, médico nefrólogo y cardiólogo especialista en hipertensión arterial, en el sitio web Sanatorio Modelo de Caseros, el dolor en los riñones se ubica debajo de las costillas inferiores y puede ocurrir en uno o ambos costados del cuerpo.
“Es un dolor progresivo, que los médicos llaman ´sordo´ porque va creciendo de poco: se inicia como una puntada o cólico y tiene un comienzo, un punto de intensidad máxima (acmé) y un final”, señala el especialista.