Limpiar el hígado para bajar de peso trae excelentes beneficios para la salud, ya que dicha limpieza se compone de una dieta balanceada que, mantenida dentro de un estilo de vida adecuado, puede contribuir al desarrollo óptimo del estado físico.

Para limpiar el hígado de manera adecuada, es necesario conocer cuáles son los efectos que tiene dicha limpieza, la cual en mayor medida es elegida por personas que desean bajar de peso, quienes han sufrido un daño en este órgano o para limpiar el cuerpo del consumo excesivo de alcohol y otras drogas.

Por lo anterior, cuando se realiza la limpieza del hígado, lo que se pretende es eliminar todo lo que no resulta necesario, para dar paso a lo que sí.

Es importante limpiar el hígado para aumentar la energía del cuerpo. | Foto: Getty Images

¿Por qué es necesario limpiar el hígado?

En ocasiones, es importante efectuar una adecuada limpieza de hígado con el objetivo de mejorar la función hepática y aumentar los niveles de energía. De lo contrario, factores como el sedentarismo, la malnutrición y el desequilibrio en los hábitos de vida, así como el consumo excesivo de alcohol y otras drogas, como el tabaco, pueden promover daños y enfermedades.

¿Cómo limpiar el hígado para bajar de peso?

Al limpiar el hígado para bajar de peso, la persona debe dejar el alcohol, el sedentarismo y las drogas. Aparte, puede recurrir a lo siguiente:

1. Beber zumo de toronja con jengibre

En cualquier momento del día, se puede preparar y consumir la siguiente bebida con:

  • 2 toronjas
  • 4 limones
  • Menta fresca
  • 1 rodaja de raíz de jengibre
  • 300 ml de agua destilada
Procedimiento
  • Exprimir las toronjas y los limones, rallar el jengibre, y prensar el ajo.
  • Colocar todos los ingredientes en la licuadora y mezclar bien.
  • Beber tres horas antes ir a dormir en la noche.

2. Beber zumo de naranja, jengibre y fresas

Consumir durante tres días seguidos el siguiente zumo:

  • 1/4 de taza de zumo de naranja recién exprimido
  • 1/2 cucharada de jengibre rallado
  • 7 fresas grandes
Preparación
  • Procesar todo en la licuadora y beber antes de ir a dormir.
  • Acostarse hacia el lado derecho.
El zumo de naranja con jengibre y fresas puede ayudar a limpiar el hígado. | Foto: Getty Images

3. Consumir más alimentos saludables

En lugar de conformar la dieta con alimentos ultraprocesados, harinas refinadas, azúcares, frituras y golosinas, se puede dar prioridad a los alimentos frescos. Esto no es esencial solamente para la salud hepática, también para la del resto del organismo.

Además de las dos recetas mencionadas, puede, una semana antes y otra después, preparar el cuerpo y mantenerlo en la senda natural o haciendo una detox. Para ello, es aconsejable incluir los siguientes alimentos en el menú diario:

  • Granos enteros: tienen vitamina B y mejoran la metabolización de las grasas y la función hepática.
  • Té verde: posee muchos antioxidantes (catequinas), útiles para asistir al hígado.
  • Uvas: aportan azúcares naturales y muchos antioxidantes, activando a su vez la función de limpieza del hígado y la producción de bilis.
  • Manzanas: cuentan con una gran cantidad de pectinas y componentes químicos que ayudan al organismo a eliminar toxinas del aparato digestivo.
  • Zanahorias y remolachas: tienen muchos flavonoides y betacaroteno, que estimulan la función hepática.
El jugo de remolacha y zanahoria puede ayudar a limpiar e hígado. | Foto: Getty Images
  • Hortalizas de hoja verde: son unas aliadas fantásticas para limpiar el hígado debido a la clorofila que absorbe las toxinas del torrente sanguíneo y protegen este órgano.
  • Aceite de oliva: es útil si se emplea en cantidades moderadas.
  • Berenjenas: se trata de un tónico digestivo que sirve para activar las funciones de la vesícula.
  • Escarola y endivia: ambas tienen una sustancia de sabor amargo que sirve para vaciar de forma natural la vesícula.
  • Aguacate: protege al hígado de las sobre cargas tóxicas y además aporta omega 3.

Por último, al limpiar el hígado es recomendable reducir las porciones que se consume en las comidas principales, evitar el consumo de alcohol y la carne roja, así como los productos ultraprocesados, además de beber suficiente agua al día y realizar una rutina de ejercicio moderada para que la persona se mantenga activa.