Expertos destacan en el portal Mayo Clinic que la vitamina B12 y otras vitaminas B cumplen un papel importante para la producción de sustancias químicas en el cerebro, que pueden afectar el estado anímico.
“Los bajos niveles de vitamina B-12 y otras vitaminas B, como la vitamina B-6 y el ácido fólico, pueden estar relacionados con la depresión”, destaca ‘Mayo Clinic’ sobre las afectaciones que genera en el organismo la deficiencia de esta vitamina.
“Los adultos mayores, los vegetarianos y las personas con trastornos digestivos, como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, pueden tener problemas para obtener suficiente vitamina B-12″, destaca el mencionado portal. Además, la deficiencia para absorber esta vitamina se puede producir por razones desconocidas.
Lo que recomiendan los expertos es consultar al médico para que se haga un “análisis de sangre para verificar los niveles de vitamina B-12 o de otras vitaminas”, cuando se sospecha que se tiene una deficiencia.
Una opción para contrarrestar la deficiencia de vitamina B12 en el organismo son los suplementos, pero “los resultados de los estudios han sido dispares y cuestionables para determinar si los suplementos de vitamina B-12 pueden ayudar a reducir el riesgo de depresión”, explica Mayo Clinic.
Un estudio del Trinity College Dublin publicado en British Journal of Nutrition afirmó que las personas mayores de 50 años con déficit de vitamina B12 tienen hasta un 51 % más de riesgo de desarrollar síntomas depresivos en los cuatro años siguientes.
La depresión se puede describir como el hecho de sentirse infeliz, derrumbado, triste, agotado o melancólico. Por eso, la mayoría de las personas se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos, según MedlinePlus.
La mejor manera para obtener vitamina B-12 y otras vitaminas es la alimentación sana, la cual debe incluir fuentes de nutrientes esenciales. La vitamina B-12 se encuentra en “productos de origen animal, como el pescado, la carne magra, la carne de ave, los huevos y la leche semidescremada y descremada. Los cereales fortificados para el desayuno también son una buena fuente de vitamina B-12 y de otras vitaminas B”, destaca Mayo Clinic.
“Algunos estudios han demostrado que los niveles bajos de vitamina D pueden asociarse a la aparición de un mayor número de síntomas depresivos y de ansiedad, aunque no a trastornos depresivos graves. Además, tener niveles adecuados de esta vitamina ayudaría a mantener las funciones intelectuales en personas mayores”, afirma el Gabriel Selva, especialista en psiquiatría del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), en palabras recogidas por el portal Cuídateplus.
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La depresión es muy frecuente en los tiempos actuales, pues la vida moderna ha generado que las personas establezcan “metas demasiado altas que no siempre se cumplen, intentan quedar bien con los demás y agregan cada vez más tareas a la agenda”, lo cual produce muchas afectaciones en el estado de ánimo.
Mejor con salud explica cómo la vitamina B12, que también es conocida como riboflavina, “es la que más personas carecen en los países occidentales o industrializados debido a la dieta que llevan. Esto trae como consecuencia fatiga, dificultad para concentrarse y depresión”.
Para suministrar vitamina B12 al organismo, el mencionado portal aconseja comer:
- Frutos secos
- Lácteos (leche, queso)
- Hígado
- Clara de huevo
- Cereales
- Pescado
En el portal Mejor con salud también destacan que la vitamina B3 o niacina “se necesita para crear diferentes hormonas, como la serotonina, la dopamina y la histamina, todas encargadas de aportarnos bienestar y felicidad.
Comer muchos alimentos repletos de almidón puede presentar un déficit de vitamina B3, explica el mencionado sitio web; además, recomienda consumir leche, huevos, arroz, pescado, panes, cereales enriquecidos, carnes magras, legumbres, carne blanca de aves de corral y cacahuetes, para suministrar al organismo la vitamina B3.