La dermatitis atópica (eccema) es un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel y picazón, la cual es frecuente en niños, pero puede manifestarse a cualquier edad, de acuerdo con Mayo Clinic.

Además, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las personas con dermatitis atópica pueden ser más sensibles debido a que su piel carece de proteínas específicas que mantienen la barrera protectora contra el agua.

Asimismo, las personas con dermatitis atópica a menudo tienen asma o alergias estacionales y a menudo dan positivo en las pruebas cutáneas para alergias. Sin embargo, esta dermatitis no es causada por alergias.

De igual forma, los signos y síntomas varían ampliamente de una persona a otra y comprenden los siguientes:

  • Piel seca.
  • Picazón, que puede ser grave, especialmente durante la noche.
  • Manchas de color rojo a marrón grisáceo, especialmente en las manos, los pies, los tobillos, las muñecas, el cuello, la parte superior del pecho, los párpados, la parte interna de los codos y las rodillas, y, en el caso de los bebés, el rostro y el cuero cabelludo.
  • Pequeñas protuberancias que pueden supurar líquido y formar costras si se las rasca.
  • Piel engrosada, agrietada y escamosa.
  • Piel en carne viva, sensible e inflamada por rascarse.

Además, los siguientes factores pueden empeorar los síntomas de la dermatitis atópica:

  • Alergias al polen, el moho, los ácaros del polvo o los animales.
  • Resfriados o la gripe.
  • Contacto con materiales irritantes y químicos.
  • Contacto con materiales ásperos como la lana.
  • Piel reseca.
  • Resecamiento de la piel por tomar baños o duchas frecuentes o nadar con mucha frecuencia.
  • Enfriarse o acalorarse demasiado, al igual que cambios súbitos de temperatura.
  • Perfumes o tintes agregados a las lociones o jabones para la piel.

Por su parte, la dermatitis atópica puede ser persistente y es posible que tenga que probar varios tratamientos durante meses o años para controlarla.

En consecuencia, Mayo Clinic reveló en su página web que si la humectación regular y otras medidas de cuidado personal no ayudan a mejorar los síntomas, es probable que el médico pueda sugerir uno o más de los siguientes tratamientos:

  • Cremas para controlar la picazón y ayudar a reparar la piel.
  • Medicamentos para combatir la infección.
  • Medicamentos orales para controlar la inflamación.
  • Vendajes húmedos.
  • Fototerapia.
  • Asesoramiento psicológico.
  • Relajación, modificación de la conducta y biorretroalimentación.

Sobre la misma línea, la entidad sin ánimo de lucro reveló que las siguientes sugerencias pueden prevenir episodios de dermatitis (exacerbaciones) y minimizar los efectos de sequedad:

  • Humectar la piel al menos dos veces por día. Usar cremas, ungüentos o lociones que mantengan la humedad. Elegir uno o varios productos adecuados para cada piel. El uso de vaselina en la piel del bebé puede ayudar a prevenir la aparición de dermatitis atópica.
  • Identificar y evitar desencadenantes que empeoren la afección. Algunos factores que pueden empeorar la reacción cutánea son el sudor, el estrés, la obesidad, los jabones, los detergentes, el polvo y el polen.
  • Limitar los baños y duchas. Tomar un baño o ducha de 10 o 15 minutos y usar agua tibia en vez de caliente.
  • Tomar un baño de lejía. La American Academy of Dermatology (Academia Americana de Dermatología) recomienda considerar un baño de lejía para ayudar a prevenir las exacerbaciones. Un baño con lejía diluida reduce la cantidad de bacterias en la piel y las infecciones relacionadas. Se debe agregar 1/2 taza (118 mililitros) de lejía de uso doméstico (no lejía concentrada) a una bañera de 40 galones (151 litros) llena de agua tibia.
  • Usar solo jabones suaves. Los jabones antibacteriales y desodorantes pueden eliminar más aceites naturales y secar la piel.
  • Secarse con cuidado. Después de tomar un baño, se debe secar la piel dando golpecitos delicadamente con una toalla suave.
Piel de la cara | Foto: Referencia Pexels