Los huevos fosilizados de una de las más enigmáticas familias de dinosaurios fueron hallados en el norte de la Patagonia argentina, según un nuevo estudio. "Lo que hace único a este descubrimiento es que los dos huevos fueron hallados junto a restos del esqueleto de un alvarezsaurido y dada la naturaleza enigmática de estos dinosaurios el hallazgo permite saber más sobre su estrategia reproductiva", dijo Martin Kundrat, de la Universidad de Upsala en Suecia, uno de los investigadores. El trabajo fue liderado por los investigadores argentinos Fernando Novas, Federico Agnolín y Jaime Powell. Martin Kundrat fue invitado por sus colegas argentinos a ampliar la información sobre la estructura de los huevos de los dinosaurios. "Los alvarezsauridos fueron dinosaurios terópodos, emparentados con los velociraptores y tiranosaurios, entre muchos otros, y que habitaron nuestro planeta a fines del período Cretácico, hace aproximadamente 80 a 70 millones de años atrás. A diferencia de aquellos feroces parientes, los alvarezsauridos fueron formas del tamaño de un pavo al de un avestruz moderno, con cabezas diminutas en el extremo de un largo cuello, indicativas de una dieta basada en frutos o insectos", dijo uno de los autores princiaples del trabajo, el Dr. Fernando Novas, del Museo de Ciencias Naturales de Argentina. "Lo que llama la atención de la anatomía de estos terópodos son sus brazos, extremadamente cortos y con el dedo pulgar sumamente ancho y robusto. No se sabe bien para qué les servían, pero la forma compleja de las articulaciones y los fuertes procesos para inserción muscular revelan que los usaban en tareas donde se requería la fuerza", señaló Novas. "El pecho era ancho y servía de anclaje a potentes músculos pectorales que accionaban sus brazos. Algunos investigadores sospechan que les servían para descortezar troncos en busca de insectos". Kundrat explicó por su parte que "los huevos estaban muy próximos a los restos óseos encontrados, de extremidades inferiores articuladas. Buscamos rastros de un nido pero no hallamos ninguno y cuando estudiamos el interior de los huevos con una tomografía computada no hallamos embriones. La explicación más plausible es entonces que se trataría de una hembra y que los huevos habrían estado dentro de su cuerpo cuando murió". Enigmáticos Ninguno de los huevos encontrados contenía embriones. Los científicos creen que podrían haberse encontrado en el cuerpo de la madre cuando murió. El dinosaurio cuyos restos fueron hallados, en la provincia de Rio Negro, recibió el nombre de Bonapartenykus ultimus, en honor al Dr. José Bonaparte, quien descubrió en 1991 el primer alvarezsaurido de la Patagonia. Los alvarezsauridos son uno de los grupos de dinosaurios más misteriosos. "Los primeros restos fueron hallados en Mongolia, en el desierto de Gobi, en 1921, pero los huesos se colocaron en un cajón y fueron prácticamente olvidados", señaló Kundrat. "En 1987 los restos de un alvarezsaurido del tamaño de un pavo fueron hallados en la Mongolia soviética y recién en 1991, en otro lugar completamente diferente del planeta, en la Patagonia, Bonaparte encontró los restos del primer alvarezsaurido hallado en esa región".Bonaparte fue quien por primera vez dio nombre a esta familia de dinosaurios, en honor al historiador argentino Gregorio Álvarez.Novas explicó que "el término enigmático que se aplica a los alvarezsauridos surge de su extraña anatomía, que combina bracitos diminutos pero fuertes (similares a los de un topo), en un cuerpo de un dinosaurio de patas muy alargadas, como las de un avestruz, seguramente para huir con éxito ante un ataque, y una cabeza pequeña y con pocos dientes, sugerentes de una dieta en base a insectos o frutos", explicó Novas. "Esta extraña combinación de rasgos convierte a los alvarezsauridos en uno de los linajes de dinosaurios terópodos más complejos para poder dilucidar sus relaciones de parentesco, aunque todos los paleontólogos concordamos en que se encontraban en la línea que daría origen a las aves". "Es por esta razón que el hallazgo efectuado en la Provincia de Río Negro cobra importancia: por primera vez en el mundo se documenta el tipo de huevo que les servía a los alvarezsauridos para reproducirse, y se observa que su forma (tanto a simple vista como bajo la inspección de un microscopio) es similar a la de las aves modernas. Es decir, aporta información de cómo los dinosaurios fueron evolucionando a aves a lo largo de millones de años, no solo sus huesos, músculos y cerebros, sino su comportamiento y modo de reproducción". Gondwana   Bonapartenykus y otros ejemplares de la Patagonia representan formas primitivas de alvarezsauridos, con un tamaño mucho mayor que los restos de Mongolia. Se estima que Bonapartenykus midió cerca de 2,6 metros de largo. Uno de los grandes interrogantes es cómo pudieron subsistir en la Patagonia hasta el fin del Mesozoico estas formas primitivas que en otras partes del planeta se habían extinguido al no poder competir con dinosaurios más avanzados. "Al final del Triásico solo había un gran continente hasta que una parte se separó hacia el norte y otra, Gondwana, hacia el sur. Luego Gondwana comenzó a partirse, y de ella surgieron el subcontinente indio, Madagascar, África, la Antártida y Sudamerica". La microestructura de la cáscara de los huevos no pertenece a ninguna categoría conocida, por lo que se designó una nueva familia, Arraigadoolithidae. "Le di ese nombre a los huevos en honor a Alberto "Beto" Arraigada, el dueño del sitio en el que se hizo el hallazgo, que fue muy generoso con nosotros, nos ayudó mucho y nos permitió realizar esta exploración en su establecimiento", dijo Kundrat. Para el Dr. Novas, "la paleontología argentina está atravesando una "Edad de Oro" no solo gracias a los notables descubrimientos que estamos efectuando en la Patagonia, sino mediante la generación de nuevas hipótesis que obligan a reformular viejas interpretaciones sobre la historia de los dinosaurios".