La artritis es la hinchazón y sensibilidad de una o más de las articulaciones. Sus principales síntomas son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Además, los tipos más frecuentes de esta enfermedad son la artrosis y la artritis reumatoide, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Sin embargo, hay otros tipos de artritis como artritis del pulgar, artritis idiopática juvenil, artritis psoriásica, artritis reactiva, artritis séptica, espondiloartritis anquilosante, gota y osteoartritis.
Además, los factores de riesgo de la artritis comprenden antecedentes familiares, la edad, sexo, lesión articular previa y obesidad.
No obstante, científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) descubrieron que el tratamiento con calor puede tratar la afección.
“Cuando el cartílago se empieza a degenerar pierde la capacidad de acumular calor, lo que provoca que la temperatura del tejido no suba e impide que las células funcionen de forma óptima”, explicó el director del Laboratorio de Ortopedia Biomecánica de la Escuela de Ingeniería de la EPFL, Dominique Pioletti.
Asimismo, agregó: “el cartílago no contiene vasos sanguíneos y, por lo tanto, tiene tendencia a retener el calor cuando caminamos o corremos”, según El Universal.
Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) revelaron que hay medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de tener algunos tipos de artritis como, por ejemplo, mantener un peso saludable reduce el riesgo de tener artrosis y gota. Además, proteger las articulaciones contra el uso excesivo y las lesiones puede reducir el riesgo de artrosis.
Asimismo, si la enfermedad ya está presente, especialistas recomiendan realizar actividad física, pues esto es una manera simple y eficaz de aliviar el dolor causado por la artritis sin el uso de medicamentos, ya que la actividad física puede mejorar la función, el estado de ánimo y la calidad de vida de los adultos que la padecen.
No obstante, se deben elegir actividades que no recarguen las articulaciones. Algunos ejercicios recomendados son caminar, andar en bicicleta o nadar, actividades de bajo impacto que implican poco riesgo de causar lesiones y no tuercen ni recargan las articulaciones y hay que tener en cuenta los consejos los consejos S.M.A.R.T.
- Siempre comenzar con poco y aumentar de a poco.
- Modificar la actividad cuando los síntomas de artritis aumenten, pero se debe intentar mantenerse activo.
- Hacer Actividades que no impliquen esforzar las articulaciones.
- Reconocer lugares que sean seguros y formas de estar activo.
- Tratar las dudas con un profesional de la salud o especialista en actividad física certificado.
Sobre la misma línea, también existen métodos naturales para reducir los dolores, como, por ejemplo, un grupo de científicos de la Universidad de Augusta, en Estados Unidos reveló que una dosis diaria de bicarbonato podría reducir la inflamación de las articulaciones, pues según el fisiólogo renal en el Departamento de Fisiología de la Universidad Augusta y jefe de la investigación, Paul O’Connor, el bicarbonato estimularía el bazo y por tal razón se generaría una reducción en las inflamaciones.
Sin embargo, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, recomendó no usar bicarbonato de sodio por más de dos semanas, a menos que algún médico lo indique.
Por su parte, Mayo Clinic reveló que si los métodos tradicionales no sirven, los médicos pueden sugerir una cirugía, como:
- Reparación de la articulación. En algunos casos, las superficies articulares pueden repararse o realinearse para reducir el dolor y mejorar la función. Estos tipos de procedimientos suelen realizarse de manera artroscópica, a través de pequeñas incisiones en la articulación.
- Reemplazo de la articulación. Este procedimiento consiste en extraer la articulación dañada y sustituirla por una artificial. Las articulaciones que se reemplazan con mayor frecuencia son las de caderas y las de rodillas.
- Fusión de la articulación. Este procedimiento se utiliza más a menudo para las articulaciones más pequeñas, como las de la muñeca, el tobillo y los dedos. Se quitan los extremos de los dos huesos en la articulación y luego se fijan los extremos entre sí hasta que se curan y forman una unidad rígida.