Día de San Valentín, Día de los enamorados o Día del amor y la amistad. El 14 de febrero se ha convertido en una fecha que se vive con fervor en muchos países del mundo. Pero, ¿cuál es el origen de esta celebración?
Esta festividad, se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin familia se podían desempeñar mejor como soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.
Pero Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. Un gesto que popularizó el hecho de que San Valentín sea el patrón de los enamorados.
Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Es por este motivo que se conmemora todos los años el Día de San Valentín en esa fecha.
Ahora bien, en la actualidad —en tiempos de redes sociales, individualidad y amores y fugaces— no es fácil mantener a flote una relación sentimental.
La convivencia en pareja es una de las áreas más importantes en la vida de un ser humano, pero también una de las más difíciles mantener con ‘buena salud’. Por eso, eso es necesario procurar que estas relaciones se basen en la satisfacción y, para lograrlo, se requiere de una buena afectividad, comunicación, motivación y sexualidad, entre otros.
Claudia Parra, psicóloga clínica y terapeuta de pareja de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, ofrece en ese sentido algunas recomendaciones para mantener viva la llama del amor.
1. La afectividad es el preámbulo de la sexualidad: A través de las expresiones verbales y físicas nos acercamos al otro, manifestando sentimientos que permitan que la otra persona se sienta querida y reconocida. Esto aumenta el deseo de tener una relación sexual.
2. El poder de comunicar: Es clave decirle al otro el deseo sexual, lo que nos gusta y lo que no, las fantasías, el deseo de la variabilidad, el conocimiento del otro alrededor de sus expectativas, hacen que se dé una sexualidad fluida, tranquila y atractiva.
3. La motivación de la sexualidad: Se da alrededor de cuidar la presentación física, del deseo de cortejar al otro, así como la seducción y el juego erótico previo. Igualmente, el ambiente romántico en el que se desarrolla, estimula los sentidos y puede ayudar en la ocurrencia de la variabilidad de las posiciones y espacios de las relaciones sexuales.
4. La sexualidad y el erotismo: ¿Por qué no proponer nuevas prácticas sexuales? Como, por ejemplo, visitar tiendas eróticas en pareja en donde surjan ideas que aviven la novedad y el romanticismo. Así, con la magia de los primeros encuentros. De esta forma, la sexualidad será muy satisfactoria y beneficiará la consolidación de la pareja.
5. Lo mejor es innovar: Para las parejas estables, lo mejor es tratar de estar siempre generando expectativa, de ahí que la conquista es la mejor arma. Hay que recordar siempre lo que se hizo al iniciar la relación. En el aspecto sexual, conviene cambiar de lugar, explorar diferentes deseos sexuales, negociar practicas a través del dialogo. Entender que la sexualidad es primordialmente corporalidad. Inventarse juegos eróticos y utilizar juguetes en la relación de forma consensuada.
6. Propiciar los encuentros: Hay que buscar el momento preciso, aprovechar los momentos libres en pareja para complacerse, hay que provocar esos encuentros con antelación, con mensajes de texto, fotos, llamadas y juegos, entre otros. En definitiva: no dejar perder la magia.
7. Trabajar el erotismo de pareja: Que no le pase lo de Shakira: ¡Fue culpa de la monotonía! Conviene esforzarse en la creatividad, explorar los sentidos, recuperar la importancia de los besos como una puerta al deseo sexual, cambiar el guion sexual.
8. Diálogo sexual: No está mal hablar de nuestros deseos e intereses, lo que nos gustaría realizar, las prácticas que queremos probar. Respetar los deseos de cada uno y solo realizar lo que los dos están de acuerdo en hacer.
9. Cuando hay problemas: A todos nos pasa... Hay que dialogarlo y, en la medida de lo posible, consultar con un especialista. Entender que las fallas se pueden presentar, pero eso no significa que no podemos disfrutar.
10. No hay normas: Es importante entender que en sexualidad todo lo que se realice es válido mientras se respete el consentimiento mutuo y no se vulneren los derechos sexuales y reproductivos de la pareja.