Todos los 19 de octubre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama y esta fecha busca concientizar y sensibilizar a las personas sobre esta enfermedad, ya que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama representa el 16 % de todos los cánceres en pacientes femeninos.

El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).

Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón y el tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama. Por tal razón, la mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o en los lobulillos.

Sobre la misma línea, los CDC revelaron en su portal web que los tipos más comunes de cáncer de mama son:

  • Carcinoma ductal infiltrante. Las células cancerosas se originan en los conductos y después salen de ellos y se multiplican en otros tejidos mamarios. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse, o formar metástasis, en otras partes del cuerpo.
  • Carcinoma lobulillar infiltrante. Las células cancerosas se originan en los lobulillos y después se diseminan de los lobulillos a los tejidos mamarios cercanos. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse a otras partes del cuerpo.

Asimismo, existen otros tipos de cáncer de mama menos comunes, tales como la enfermedad de Paget, el cáncer de mama medular, el cáncer de mama mucinoso y el cáncer de mama inflamatorio.

Por tal razón, los signos y síntomas del cáncer de mama incluyen:

● Presencia de masas o bultos en los senos o en las axilas.

● Endurecimiento o hinchazón de una parte de las mamas.

● Enrojecimiento o descamación en el pezón o las mamas.

● Hundimiento del pezón o cambios en su posición.

● Salida de secreción por el pezón, en periodos diferentes a la lactancia.

● Cualquier cambio en el tamaño o forma de las mamas.

● Dolor en cualquier parte de las mamas o axilas.

● Inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula.

Cáncer de mama. | Foto: derechos de autor no

En consecuencia, 8 días después del período menstrual se debe realizar una autoexploración en los senos y lo primero que se debe hacer es observar cambios en la piel, la forma y el tamaño de las mamas y para hacerlo se deben tener los brazos al lado de la cadera.

Después, se deben poner las manos detrás de la cabeza y observar si hay hoyuelos o pliegues en la piel.

En seguida, con las manos sobre la cadera y presionando se debe observar si hay retracción en el pezón o algún cambió en la forma de las mamas.

Posteriormente, se debe acostar boca arriba con el brazo por detrás de la cabeza y se debe palpar las mamas y las axilas haciendo pequeños círculos en dirección de las manecillas del reloj para detectar si hay alguna masa.

Finalmente, con los dedos se debe examinar cada axila para identificar alguna masa extraña.

Hay que señalar que algunos estudios han demostrado que el riesgo de tener cáncer de mama se debe a una combinación de factores. Los principales factores que influyen en el riesgo de una persona incluyen ser mujer y hacerse mayor. Además, la mayoría de los cánceres de mama se detectan en mujeres de 50 años o más.

Factores de riesgo que no pueden cambiar

  • Hacerse mayor. El riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad.
  • Mutaciones genéticas. Cambios (mutaciones) heredados en ciertos genes, tales como en el BRCA1 y el BRCA2.
  • Tener mamas densas. La mamas densas tienen más tejido conjuntivo que tejido adiposo, lo cual, a veces, puede hacer difícil la detección de tumores en una mamografía.
  • Antecedentes personales de cáncer de mama o ciertas enfermedades de las mamas que no son cancerosas. Algunas enfermedades de las mamas que no son cancerosas, como la hiperplasia atípica o el carcinoma lobulillar in situ, están asociadas a un mayor riesgo de tener cáncer de mama.
  • Tratamientos previos con radioterapia. Las mujeres que han recibido radioterapia en el pecho o las mamas antes de los 30 años de edad (por ejemplo, para el tratamiento del linfoma de Hodgkin) tienen un riesgo mayor de presentar cáncer de mama más adelante en la vida.

De acuerdo con la Liga Contra el Cáncer, cada año, más de 13.000 mujeres desarrollan cáncer de seno y se estima que 3.500 mueren.