Este 14 de octubre se celebra el Día Mundial de la Donación de Órganos y Tejidos, un motivo para llamar la atención sobre la importancia de promover una cultura para aumentar el número de donantes, pues se estima que el país está realizando trasplantes a solo una quinta parte de los pacientes que lo requieren.El cirujano Alejandro Niño Murcia explica que “el trasplante es un procedimiento en el cual se toma un órgano o tejido de un donante, que puede estar vivo o con muerte encefálica, y se pone en un receptor”. El órgano puede durar hasta 12 años dependiendo del tipo de trasplante, la compatibilidad y adherencia del órgano en el nuevo cuerpo.En Colombia hay 8,2 donantes por cada millón de habitantes, una cifra que debería aumentar si se tiene en cuenta que en países como España hay 40 donantes por cada millón de habitantes. Es importante anotar que con un solo donante se salvan hasta 10 vidas y se benefician al menos 55 personas con sus tejidos.Según cifras de 2015, los trasplantes que más se realizaron en el país fueron los renales con 845 procedimientos. Le siguen los de hígado con 252. Se hicieron además 65 trasplantes de corazón, 10 de riñón y páncreas, 17 de pulmón, tres de intestino y 15 combinados, es decir, “que se realiza un trasplante simultáneo de dos o más órganos”, explica Niño Murcia.Freddy Pérez es uno de los 29.000 pacientes con diálisis que hay en el país, pero antes ya tuvo un riñón trasplantado. Cuenta que la vida se hizo mucho más fácil con el trasplante que con la diálisis, pero asegura que “lo único complicado fue el asunto del medicamento porque las EPS ponen muchas trabas para entregarlo”.Los pacientes deben tomar inmunosupresores, medicamentos que protegen a los nuevos órganos del ataque natural del sistema inmune que los considera cuerpos extraños. Los trasplantados deben tomar estos medicamentos a diario y si no lo hacen, se puede perder el órgano.En el caso del trasplante de riñón, el proceso cuesta 36 millones de pesos, según Niño Murcia. Pero una diálisis cuesta tres millones de pesos por sesión y se debe dar tres veces a la semana durante toda la vida. “El Estado tiene que darse cuenta que trasplantar órganos no solo es conveniente por la calidad de vida del paciente, sino para la contención de costos para el sistema”, explica el especialista. Por eso el sistema de salud debería tener una política más efectiva de trasplantes.Actualmente, hay una ley que hace obligatoria la donación de órganos. Esta establece que, a menos que la persona haya expresado en vida su voluntad de no donar sus órganos, estos estarán disponibles para ser trasplantados a quien los requiera.