La diabetes puede dañar los ojos, ya que puede causarles daño a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es la parte posterior del ojo y esto se conoce como retinopatía diabética, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Asimismo, la biblioteca explicó que la probabilidad de presentar retinopatía y tener una forma más grave es mayor cuando:
- Se ha tenido diabetes por mucho tiempo.
- La perdona también fuma o tiene presión arterial o colesterol alto.
De hecho, si la persona ya tiene daño a los vasos sanguíneos del ojo, algunos tipos de ejercicio pueden empeorar el problema y por ende hay que consultar con el médico antes de comenzar un programa de ejercicios.
Además, la diabetes también aumenta el riesgo de padecer otros problemas oculares como, por empleo:
- Glaucoma (Aumento de la presión en el ojo, que puede llevar a ceguera).
- Edema macular (Visión borrosa debida a que se filtra líquido hacia la zona de la retina que suministra la visión aguda central).
- Desprendimiento de retina (Cicatrización que puede provocar que parte de la retina se salga de la parte posterior del globo ocular).
Hay que señalar que la hiperglucemia o los cambios rápidos del nivel de azúcar en la sangre a menudo causan visión borrosa. Esto se debe a que el cristalino en la parte media del ojo no puede cambiar de forma cuando tiene demasiado azúcar y agua. Este no es el mismo problema que la retinopatía diabética.
Por su parte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo por lo menos 2.200 millones de personas padecen deficiencia visual y, de ellas, por lo menos 1.000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado o que aún no se ha tratado.
“Según las previsiones, la necesidad mundial de atención ocular aumentará notablemente en las próximas décadas, lo que supondrá un reto considerable para los sistemas de salud”, señaló la OMS.
Por tal razón, Medline Plus, explicó que hay cosas que puede hacer para ayudar a mantener los ojos sanos, como tener una dieta saludable que incluya bastantes frutas y verduras, especialmente verduras amarillas y de hojas verdes. Comer pescado rico en ácidos grasos omega-3, como el salmón, el atún y el fletán (halibut).
Otros alimentos buenos para la visión son los huevos, el aceite de oliva, el brócoli, las zanahorias, los tomates, las espinacas, las fresas, los frutos del bosque, los frutos secos, los pescados azules, entre otros.
Otra recomendación de la biblioteca de medicina es mantener un peso saludable, ya que es importante realizar ejercicio al menos 30 minutos diarios, pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto evita el desarrollo de enfermedades como la diabetes, que pone en riesgo de contraer retinopatía diabética o glaucoma.
De igual forma, es bueno usar gafas de sol porque la exposición a los rayos puede dañar los ojos y aumentar el riesgo de cataratas y degeneración macular relacionada con la edad. Por tal razón, es importante usar lentes que bloqueen entre el 99 % y 100 % de la radiación UVA y UVB.
Además, algunas enfermedades oculares son hereditarias, por lo que es importante averiguar si alguien en la familia las ha tenido, pues esto puede ayudarle a determinar si usted está en mayor riesgo de desarrollar alguna.
De todos modos, antes de consumir algún alimento o iniciar un tratamiento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guie el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas.