La diabetes es una enfermedad que puede provocar graves complicaciones de salud. Por eso, es importante seguir rigurosamente las instrucciones del tratamiento médico.
En caso de realizar viajes o actividades fuera de la rutina diaria, es clave tener en cuenta algunas recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés):
Antes de salir de casa
- Consultar al médico para realizar una revisión general del estado físico. Es importante preguntar y aclarar las dudas que se tengan. Comentarle qué actividades se tienen planeadas realizar para conocer si hay algún tipo de restricción.
- Preguntar al doctor cómo ajustar la dosis de insulina en los lugares donde hay cambio de horario.
- Es muy importante pedir recetas de medicamentos en caso de que se extravíen, se agoten o se presente algún inconveniente.
- Investigar sobre farmacias o centros de salud que se encuentren cerca de dónde se va estar en el viaje.
- Solicitar con el centro de salud un brazalete de ID médica que indique que se tiene diabetes u otra afección. Esto es necesario, especialmente si se viaja solo. En caso de una emergencia, las personas que lo asistan tienen la información adecuada para atenderlo.
- Comprar un seguro de viaje en caso de pérdida de vuelo o de necesidad de atención médica.
- En caso de que se tenga un plan de comidas especial consultar a la aerolínea sobre la posibilidad de ingresarlos al avión o si cuentan con este tipo de servicio.
Al preparar la maleta
- Los suministros de diabetes deben empacarse en el equipaje de mano. Es recomendable incluir el doble de medicamentos que se utilicen.
- Empacar en una bolsa pequeña refrigerios saludables y tenerlos en el equipaje de mano. Asimismo, guardar otros medicamentos que se tomen para otras afecciones.
Al pasar por la seguridad en el aeropuerto
- El monitor de glucosa o la bomba de insulina pueden dañarse al pasar por la máquina de rayos X. Al momento de llegar al aeropuerto se debe conversar con la persona encargada para que no se pase por esta máquina sino que se realice otro procedimiento de seguridad, como es la inspección de manos.
Durante el viaje
- En caso de ir manejando tener a la mano una nevera o recipiente portátil para tener comida y agua suficiente.
- Tener mucho cuidado con el lugar donde se guardan o se transportan los medicamentos para la diabetes. No pueden recibir luz directa del sol o estar en espacios demasiado calientes. Asimismo, tampoco poner la insulina en hielo o en paquetes de gel frío.
- No dejar en carros que estén calientes, a la intemperie o en la playa el monitor de azúcar, la bomba de insulina u otro equipo que se utilice para tratar la diabetes.
- Independientemente del medio de transporte que se utilice se debe caminar por el pasillo o de lado a lado para evitar trombos de coágulos de sangre, ya que los diabéticos tienen un alto riesgo de padecerlos.
- En caso de viajar a lugares con diferencia horaria, lo ideal es poner una alarma.
Después del viaje
- Medir el nivel de glucosa en la sangre. En caso de tener niveles altos consultar a un doctor.
- En caso de que hayan habido cambios o se hayan presentado síntomas avisar al doctor que sigue el caso.
Diabetes
En los pacientes diabéticos, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder de forma positiva a la insulina, hay demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
Existen diferentes tipos de diabetes:
- Diabetes tipo 1: este tipo de diabetes es la menos común. Se puede presentar en cualquier edad, pero la suelen padecer, por lo general, niños, adolescentes o adultos jóvenes. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina, el cuerpo no produce o produce en cantidades mínimas.
- Diabetes tipo 2: este tipo de diabetes es el más común. Por lo general, se presenta en la edad adulta (sobrepeso), sin embargo, en la actualidad se presenta cada vez más en los niños. En esta enfermedad el cuerpo es resistente a la insulina y no la usa como debería.