La diabetes es catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica. El paciente que es diagnosticado con dicho padecimiento debe seguir las recomendaciones médicas estipuladas por el especialista, con el fin de evitar que otros órganos del cuerpo se vean afectados por dicha patología.
Cuando una persona es diagnosticada con dicha enfermedad, quiere decir que sus niveles de glucosa (azúcar en la sangre) se encuentran elevados.
Según explica la biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, esta enfermedad ocasiona que el cuerpo no pueda movilizar la glucosa desde la sangre hasta el músculo y a las células de grasa para quemarla o almacenarla como energía; por ende, se acumula de manera desmedida en el torrente sanguíneo.
La diabetes se divide en dos tipos
- La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmune ataca y destruye las células beta del páncreas, que son las que producen la insulina. Los investigadores que han analizado esta patología han determinado que es tipo de diabetes se da, por lo general, gracias a la influencia de factores genéticos o factores presentes en el ambiente.
- Por otra parte, la diabetes tipo 2 es la más diagnosticada y se da gracias al estilo de vida que lleve una persona o también por factores genéticos. Una persona que es obesa o tiene sobrepeso es más propensa a ser diagnosticado con esta patología, al igual que una persona sedentaria.
Principales síntomas
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos menciona cuáles son los principales síntomas que puede presentar una persona cuando sus niveles de glucosa en la sangre están elevados.
- Aumento de la sed y de las ganas de orinar.
- Aumento del apetito.
- Fatiga.
- Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
- Úlceras que no cicatrizan.
- Pérdida de peso sin razón aparente.
Otros síntomas poco visibles
El diario The Sun menciona que hay algunos síntomas generados por esta enfermedad que, por lo general, son pasados por alto por la mayoría de personas. La doctora Sarah White, directora clínica asociada a la Clínica Bupa en Inglaterra, indica que este padecimiento genera cambios en las uñas; es por esto que la especialista menciona cuáles son esos cambios para poderles prestar atención, ya que pueden indicar que se padece de diabetes.
- Uñas amarillas: diversas investigaciones han determinado que esta enfermedad afecta de manera directa a las proteínas que se encuentran presentes en las uñas; por ende, esto puede afectar y distorsionar su color natural: “Si sus uñas han cambiado de color, podría significar que ha tenido un nivel alto de azúcar en la sangre o una diabetes mal controlada durante algún tiempo”.
- Infecciones por la presencia de hongos en las uñas: este es un síntoma común del padecimiento de diabetes. “Con un suministro de sangre más deficiente y niveles de glucosa más elevados, es más probable que se adquieran las infecciones fúngicas, tanto en las uñas de los pies como en la de las manos”.
- Dolor fuera de lo normal en las uñas: “si descubre que se es propenso a las infecciones recurrentes del lecho ungueal o de las uñas por hongos, es necesario controlar los niveles de azúcar en la sangre y buscar atención médica”.
- Uñas delgadas y débiles: esto suele ser frecuente cuando hay algún daño en un nervio de la mano o de los pies. “Al reducirse la circulación sanguínea alrededor de los pies, las uñas pueden adelgazarse y es más probable que se partan o quiebran”, aseguró la profesional. Y agregó: “Cuando la uña está dañada, es más propensa a las infecciones por la suciedad o la humedad”.