Una de las enfermedades más detectadas en las personas es la diabetes, una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por presentar niveles elevados de glucosa o azúcar en la sangre, que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, según información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La diabetes tipo 2 se desarrolla principalmente en adultos, ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente de esta hormona, encargada de permitir el paso de la glucosa a las células para que estas la conviertan en energía.

Pluma inyectable de insulina o cartucho de insulina para diabéticos. Equipo médico para padres diabéticos. Mujer sosteniendo una pluma de inyección para diabéticos. | Foto: Getty Images

Dentro de los principales efectos que puede provocar la diabetes están las enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. En el caso de las mujeres embarazadas pueden desarrollar diabetes, en este caso llamada gestacional.

¿Es más peligroso consumir azúcar o alcohol?

El impacto del azúcar en las personas que padecen de diabetes es uno de los interrogantes que surgen ante un consumo en exceso de esta sustancia o, a su vez, con la ingesta de bebidas alcohólicas. Esta enfermedad se genera por la falta o el rechazo del organismo a la insulina y estas deficiencias no están provocadas por un exceso de azúcar en la dieta, precisa la Federación Mexicana de Diabetes.

Se cree que el azúcar simboliza la dulzura y atracción. | Foto: Boris Suntsov

Sin embargo, el portal Medical News Today aclara que cuando una persona tiene diabetes, comer demasiado azúcar puede empeorar sus síntomas, ya que la misma enfermedad hace que sea más difícil para el cuerpo controlar los niveles de glucosa en la sangre. “Las personas con diabetes tipo 1 deben tener cuidado con su consumo de azúcar”, precisa.

Adicionalmente, las personas que tengan este padecimiento deben tomar alcohol con moderación, pero siempre y cuando el estómago esté lleno, porque de lo contrario podría provocar efectos negativos en el cuerpo, afectando la salud del cuerpo.

Whisky | Foto: Manuela Weschke

Es importante tener en cuenta que tanto las bebidas alcohólicas como las bebidas azucaradas concentran gran cantidad de carbohidratos, lo cual puede provocar niveles elevados de azúcar en la sangre. Esto puede dificultar el mantener controlado el perfil glucémico ante un consumo excesivo de este endulzante, especialmente para las personas con diabetes de tipo 1.

No obstante, expertos advierten que el alcohol es el líquido más dañino que existe para un diabético, ya que contribuye “al riesgo de bajos niveles de glucosa en la sangre”, según Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar.

“La insulina o la ingesta de medicamentos para la diabetes que estimulan la formación de insulina, el peligro es aún mayor, ya que el tomar alcohol puede empeorar las reacciones de azúcar baja en la sangre”, agrega.