La glucosa es un tipo de azúcar y es la principal fuente de energía del cuerpo. Una cantidad excesiva o insuficiente de ella en la sangre podría ser un signo de un problema médico serio, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Es por ello que el portal explicó que los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden ser un signo de diabetes, una enfermedad que causa enfermedad del corazón, ceguera, insuficiencia renal y otras complicaciones.

De hecho, se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa en ayunas es de 126 mg/dl (7,0 mmol/L) o superior en dos exámenes diferentes. Los niveles entre 100 y 125 mg/dl (5,5 y 7,0 mmol/L) se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Estos niveles son factores de riesgo para la diabetes tipo 2.

Por ello, “la American Diabetes Association (ADA) recomienda que, si una persona tiene diabetes, los niveles de glucosa antes de comer (Basal) deberían estar entre 80–130 mg/dl y después de comer (Postprandial) debería ser menor a 180 mg/dl”, según SocialDiabetes.

Además, hay que señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que hay diferentes tipos de diabetes: la sacarina de tipo 2, que se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce; mientras que la sacarina de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.

La diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, pero suele presentarse en la infancia o adolescencia; y la diabetes tipo 2 (más frecuente) puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 40 años, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Por tal razón, existen formas naturales que ayudan a bajar los niveles altos de glucosa y tratar la diabetes y el portal de nutrición DietAlba reveló que consumir pomelo “reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2″, pues el portal citó un estudio que fue realizado en Canadá y el que asegura que “consumir pomelo dos o tres veces al día disminuiría los niveles de glucosa en sangre”.

Además, esta fruta ayuda a prevenir la resistencia a la insulina, lo cual puede derivar en diabetes, ya que la resistencia a esta se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a esa hormona y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.

Adicional, el pomelo no solo ayuda a bajar el nivel de glucosa de manera natural, sino que también es ideal para el metabolismo y por ende ayuda con la pérdida de peso, ya que el portal Mejor con Salud citó una investigación publicada en Journal of Medicinal Food que revela que “ingerir este alimento antes de las comidas podría contribuir a lograr este objetivo”. Además, por el alto contenido de agua, aumenta la sensación de saciedad evitando el consumo exagerado de alimentos que conducen al sobrepeso y la obesidad.

También “contribuye a la prevención de distintas enfermedades como la pérdida de visión, las cataratas, la hipertensión y la sordera”, de acuerdo con el portal de noticias Infosalus.

Aún así, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado.

Información nutricional por 100 gramos de pomelo

- Calorías: 35.

- Grasas totales: 0 g.

- Colesterol: 0 mg.

- Fibra: 1,3 g.

- Vitamina C: 37 mg.

- Hidratos de carbono: 5.4 g.

- Proteínas: 0,7 g.

Esta fruta está compuesta en un 90 % de agua, es un antioxidante natural y tiene propiedades antisépticas, entre otras. | Foto: Kaan Ates