El azúcar es uno de los alimentos más adictivos que hay en la dieta gracias a su delicioso sabor. Sin embargo, se sabe desde hace mucho que son más sus consecuencias negativas en la salud que sus ventajas, por esto es importante controlar su ingesta e intentar mantener un nivel balanceado de este en el cuerpo.

De acuerdo con la Clínica Mayo, entidad sin ánimo de lucro que se dedica a la investigación de la salud, los refrescos, los postres y las bebidas energéticas y deportivas son las principales fuentes de azúcares añadidos para la mayoría de las personas en los EE. UU. Comer demasiados alimentos con azúcares añadidos puede dar lugar a posibles problemas de salud como:

  • Mala nutrición
  • Aumento de peso
  • Aumento de triglicéridos
  • Caries dentarias

Existen señales que pueden dar a las personas una alerta temprana sobre el exceso de consumo de este agregado, estas son tres de ellas:

Aumento de peso

Cuando hay un aumento continuo en el consumo de azúcar y no es acompañado con actividad física lo más lógico es que termine viéndose reflejado en un aumento de peso. Esto se debe a que el cuerpo convierte el azúcar que necesita en energía pero guarda el resto como grasa para utilizarlo después.

También puede presentarse por el efecto que tiene el azúcar sobre la leptina, que es la hormona encargada de regular el apetito, provocando una resistencia a esta y causando un inevitable aumento de peso.

La manzana es recomendada por los expertos porque es un carbohidrato de absorción lenta. | Foto: Gettyimages

Cansancio y falta de energía

Aunque algunas personas crean que para aumentar su energía deben comer azúcar, la realidad es que cuando se disparan los niveles de glucosa también se disparan los de insulina, esta es la razón del bajón de energía e incluso hambre que experimenta una persona luego de un exceso de azúcar.

Los expertos recomiendan generalmente elegir carbohidratos de absorción lenta, como granos enteros, manzana o pera, para evitar esta desventaja del consumo de azúcar, pues, además de generar energía mantienen unos niveles estables de glucosa.

Urgencia de algo dulce

Muchas veces se puede pensar que la necesidad de comer algo dulce obedece a ansiedad; sin embargo, esto puede ser más indicativo de que se ha creado una adicción al dulce. El azúcar es tan adictivo como la cocaína, pues estimula la producción de dopamina, la hormona encargada del placer.

Un estudio de la Neuroscience Biobehavioral Reviews plantea que el exceso de azúcar puede producir efectos dopaminérgicos, colinérgicos y opioides, un efecto presente en las adicciones tradicionales.