La diabetes es una enfermedad que se refleja en los elevados niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. La glucosa proviene de los alimentos que la persona consume y es la hormona de la insulina la que se encarga de regular el movimiento de esta sustancia en las células.
Cuando el cuerpo no produce esta insulina, la persona sufre de diabetes tipo 1, y si no la produce o no la usa de manera adecuada, un paciente se enfrenta a diabetes tipo 2, que es la más común, según la biblioteca médica MedlinePlus.
La diabetes tipo 2 es una discapacidad en la manera en que el cuerpo regula y usa el nivel de azúcar como combustible. Esta afección a largo plazo aumenta la circulación de azúcar en el torrente sanguíneo, lo que puede derivar en trastornos de los sistemas circulatorio, nervioso e inmunológico.
En este tipo de diabetes hay dos problemas interrelacionados. El páncreas no produce suficiente insulina y las células no responden de manera adecuada a la insulina y consumen menos azúcar. Si bien no hay cura para este tipo de diabetes, perder peso, comer bien y hacer ejercicio pueden ayuda a controlar la enfermedad. Si la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar la glucosa en la sangre, es probable que se requiera de un tratamiento con insulina, explica el portal especializado Cinfasalud.
Con frecuencia, los signos y síntomas de la diabetes tipo 2 se desarrollan lentamente. De hecho, una persona puede tener esta enfermedad durante años sin saberlo. Algunos de los síntomas pueden ser: aumento de la sed, micción frecuente, incremento del hambre, pérdida de peso involuntaria, fatiga, visión borrosa, llagas que tardan en sanar, infecciones frecuentes, entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies y zonas de piel oscurecida, por lo general, en axilas y cuello
Si bien normalmente se trata de una enfermedad que requiere tratamiento, investigaciones indican que la planta de romero podría ayudar a disminuir sus efectos y mejorar la salud de pacientes que sufren este y otros padecimientos crónicos y degenerativos.
Así lo determina un estudio de la Universidad de Guadalajara, el cual concluye que el consumo de dos litros al día de té de esta planta protege al ácido desoxirribonucleico (ADN), mejora y disminuye el porcentaje de lípidos en la sangre y baja el riesgo de sufrir un infarto o un accidente vascular-cerebral.
La investigación realizada por la Asesora de la Sociedad Científica de Estudiantes de Medicina y Profesora del Programa Internacional, de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Raquel Báez Lozano, en 2016, se enfocó en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
En su momento, la especialista argumentó que lo que se busca es proteger al ADN, ya que este es dañado por enfermedades crónicodegenerativas, como diabetes, hipertensión, problemas cardíacos o congénitos. Durante el proceso, se deshidrató la planta y encapsuló para consumo de los pacientes y practicidad al administrarla en dosis.
Esta investigación se suma a otros hallazgos publicados en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry de la Asociación Química Estadounidense, los cuales refieren que esta hierba, al igual que el orégano, son fuentes concentradas de polifenoles y flavonoides que inhiben a la enzima Dipeptidil Peptidasa IV (DPP-4) y a la proteína tirosina fosfatasa 1B (PTP1B), que desempeñan un rol clave en la secreción de insulina y la señalización de la insulina, respectivamente.
Los análisis se realizaron en sus versiones comerciales secas y cultivadas en invernadero. Si bien los científicos descubrieron que las hierbas cultivadas en invernadero contienen más polifenoles y flavonoides en comparación con las versiones comerciales, esto no afectó la concentración requerida para bloquear la enzima.
Aunque los resultados son prometedores, los autores del estudio reconocieron que se requieren más análisis para entender el papel de estos compuestos en la reducción de nivel de glucosa en la sangre en las personas que padecen diabetes tipo 2, según informa el portal Holadoctor.com.
Otras alternativas
Según el portal Healthline, existen otros té que también pueden ser efectivos para controlar la diabetes. Se trata del té verde, pues algunos de sus compuestos, incluyendo el galato de epigallocatequina (EGCG, epigallocatechin gallate), han demostrado estimular la absorción de glucosa en las células del músculo esquelético, reduciendo, por lo tanto, los niveles de azúcar en la sangre.
Otra opción es el té negro, que contiene compuestos químicos potentes que incluyen teaflavinas y tearubiginas, que tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y reductoras del azúcar en la sangre.
El té de canela: “Hay varios mecanismos por los que la canela puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre, incluyendo desacelerar la liberación de azúcar en el torrente sanguíneo, mejorar la absorción de glucosa en las células y potenciar la sensibilidad a la insulina”, precisa el mencionado sitio web.
Por último, el té de cúrcuma, especia conocida por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La curcumina, el principal componente activo de la cúrcuma, ha sido estudiada por sus propiedades reductoras de azúcar en la sangre.
Los estudios sugieren que la curcumina puede promover niveles saludables de azúcar en la sangre al mejorar la sensibilidad a la insulina y aumentar la absorción de glucosa en los tejidos.
Estos productos naturales pueden ayudar en la regulación del azúcar en la sangre, sin embargo, las personas que padecen de esta enfermedad siempre deben consultar con el especialista para consultar su estado específico y el tratamiento a seguir para controlarla.