Una de las enfermedades más silenciosas y peligrosas que padece el cuerpo humano es la diabetes, que en ocasiones no se evidencia a grandes rasgos; sin embargo, de no detectarse a tiempo podría generar daños en el organismo irreversibles para la persona que la posee.

Por fortuna, hace un siglo la insulina fue reconocida y se pensó que era la manera de tratar a las pacientes con esta prescripción. No obstante, esto se ha presentado apenas como un tratamiento menor. A raíz de esto, las investigaciones de la medicina no paran y, por fortuna, han dado a conocer una segunda hormona producida por el tejido graso que, igual que la insulina, regula de forma rápida la glucosa.

El Ozempic es recetado para tratar adultos con diabetes tipo 2 que se usa una vez a la semana. | Foto: Getty Images

Conocida como la FGF1, los científicos del Instituto Salk han demostrado en un estudio publicado en Cell Metabolism que esta puede ayudar también al tratamiento de la glucosa en sangre.

Las dos hormonas, insulina y FGF1, posicionan en el límite los niveles de azúcar en la misma forma: lo que hacen es bloquear la degradación de las grasas, bajo el reconocido proceso de la lipólisis, pero se diferencian gracias a que cada una lo hace por caminos distintos.

Precisamente, la posibilidad de evidenciar esta otra manera de ayudar al cuerpo a evidenciar la enfermedad también se posiciona como una nueva oportunidad para encontrar otras curas a la misma.

“Encontrar una segunda hormona que suprima la lipólisis y reduzca la glucosa es un avance científico. Hemos identificado un nuevo jugador en la regulación de la lipólisis de grasas que nos ayudará a comprender cómo se gestionan las reservas de energía en el cuerpo”, señala el profesor Ronald Evans, coautor del estudio.

¿Cuándo se considera que una persona tiene diabetes?

El CDC explica que existen diferentes exámenes de sangre que permiten que un médico pueda realizar un diagnóstico profesional sobre si se tiene o no diabetes. Estos son:

A1C

En esta prueba se mide el nivel promedio de azúcar en la sangre que se ha tenido en los dos o tres meses anteriores a la realización de este. Cuando los resultados son menores a 5,7 %, es normal. Cuando son entre 5,7 % y 6,4 % se tiene prediabetes y cuando son mayores de 6,5 % indica que se tiene diabetes.

Aunque parecen errores obvios, nunca está de más recordar por qué influyen en el control de los niveles en la sangre. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Azúcar en la sangre en ayunas

Como su nombre lo indica, este examen mide el nivel de azúcar en la sangre después de haber ayunado, es decir, no haber comido en toda la noche. Cuando los resultados son 99 mg/dl o menores significa que los niveles de glucosa están normales. Cuando arroja de 100 a 125 mg/dl quiere decir que se tiene prediabetes. Cuando la prueba indica un valor de 126 mg/dl o mayores, indica que se tiene diabetes.

Prueba de tolerancia a la glucosa

Este examen mide los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo antes y después de haber ingerido un líquido con glucosa. Para esta prueba, la persona debe ayunar la noche anterior y el profesional de salud le extraerá sangre para examinar los niveles. Luego, la persona debe tomar el líquido y sus niveles serán examinados una hora, dos horas y en algunos casos tres horas después de la bebida del producto.

La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. | Foto: Getty Images

Los resultados indican lo siguiente:

  • Normales: 140 mg/dl o menores a las 2 horas
  • Prediabetes: 140 a 199 mg/dl
  • Diabetes: 200 mg/dl o mayores

Prueba de azúcar en la sangre no programada

Este examen puede realizarse en cualquier momento. No es obligatorio estar en ayunas. Cuando los valores son de 200 mg/dl o mayores, significa que se tiene diabetes.