Una de las enfermedades más graves que puede sufrir una persona es la diabetes. Cuando se padece esta afección la calidad de vida disminuye de manera considerable y en casos avanzados la misma puede llevar a la muerte.
Por eso, es de vital importancia que una persona con esta afección siga las recomendaciones médicas en lo que corresponde a la alimentación. También, se destaca que así como hay productos que elevan la glucosa en la sangre, existen vitaminas que ayudan a regular los niveles. Pero antes de conocer una de ellas, es válido comprender bien esta enfermedad.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) explica que “la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”, que consiste en la no producción de insulina del páncreas y/o la resistencia de las células a ella.
De acuerdo con la Clínica Mayo, la diabetes tipo 1 “es un trastorno crónico” en el que el páncreas no genera suficiente insulina o no la produce, siendo esta hormona indispensable para que el azúcar entre a las células y les brinde energía.
Asimismo, la diabetes tipo 2 -siendo esta clase la más recurrente- tiene más probabilidades de aparecer en personas mayores de 40 años. Y la diabetes gestacional se da cuando “la placenta produce hormonas para apoyar el embarazo. Estas hormonas hacen que tus células se vuelvan más resistentes a la insulina”.
Ahora bien, como se mencionó anteriormente, hay vitaminas que ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre, lo cual previene y combate la diabetes. Estas son las pertenecientes al grupo B.
Según con la plataforma digital Salud 180, las vitaminas del grupo B permiten que “las funciones fisiológicas se desarrollen normalmente”, impactando positivamente el sistema inmune y fortaleciendo las defensas. “Asimismo, regula los niveles de glucosa en la sangre y las funciones metabólicas, que se ven afectadas por la diabetes”.
Vitaminas del grupo B; acumuladas en el complejo B
Las vitaminas del complejo B son la tiamina, la riboflavina, la niacina (ácido nicotínico), la niacinamida (nicotinamida), el grupo de vitaminas B6 (que incluye la piridoxina, el piridoxal y la piridoxamina), la biotina, el ácido pantoténico, el ácido fólico y la vitamina B12, las cuales contienen sustancias que el cuerpo necesita para crecer y desarrollarse normalmente, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Específicamente, por cada vitamina, las funciones son:
- Vitamina B1 (tiamina): ayuda a convertir los alimentos que se consumen en energía. Además, la tiamina es importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo.
- Vitamina B2 (riboflavina): funciona en conjunto con las otras vitaminas del complejo B. Es importante para el crecimiento corporal y la producción de glóbulos rojos.
- Vitamina B3 (niacina): ayuda a algunas enzimas a funcionar correctamente y a que la piel, los nervios y el aparato digestivo se mantengan saludables.
- Vitamina B6 (piridoxina): es necesaria para el correcto funcionamiento de los azúcares, las grasas y las proteínas del cuerpo.
- Vitamina B12 (cianocobalamina): es importante para el metabolismo. También es un nutriente que ayuda a mantener la salud de las neuronas y la sangre.
- Folato (ácido fólico o B9): el organismo lo necesita para producir ADN y otros tipos de material genético. El folato también es necesario para la división celular en el organismo.
- Ácido patoténico (B5): es esencial para el metabolismo de los alimentos. También desempeña un papel en la producción de hormonas y colesterol.
- Biotina (B7): es una parte importante de las enzimas del cuerpo que descomponen sustancias como grasas, carbohidratos y otras.
Así las cosas, la biblioteca de Estados Unidos explicó que el consumo de estas vitaminas ayudan al proceso que hace el cuerpo para obtener energía de la comida que se consume y también ayudan a formar glóbulos rojos.